Grandes delanteros ha visto la parroquia blanquiverde jugar por el césped del Arcángel, empezando por los Javi Moreno y Asen, y terminando con los más recientes, el brasileño Charles (actualmente en el Eibar), Borja García (pieza fundamental del Girona) y el último gran goleador que se ha visto por Córdoba el rumano Florin Andone (después de jugar dos temporadas en primera con el Deportivo de la Coruña, ha sido recientemente traspasado al Brighton de la Premier League). Sin embargo en Córdoba no se había visto ntes a un delantero con las características de Sergi Guardiola. Un delantero que se puede considerar moderno, un goleador que su hábitat natural no es sólo el área, un delantero que se siente muy cómodo moviéndose por todo el flanco de ataque permutando posiciones con sus compañeros, lo que genera que no sólo sean goles lo que aporta, sino también asistencias. 

Toda esa manera de ver el fútbol y de visionar el juego, unido, además, a unas cualidades técnicas realmente buenas, forman la combinación perfecta para crear un jugador muy importante para cualquier equipo en el que juegue. 

Una carrera que comenzó desde abajo

Sergi Guardiola comenzó su carrera deportiva en el Lorca, donde llegó a debutar con el primer equipo. Tras varios pasos por equipos de Segunda B y Tercera, el Barcelona lo ficha para su filial, pero por una cuestión extradeportiva, la entidad blaugrana decide rescinderle el contrato. Después de este episodio, ficha por el Granada B, allí realiza buenos partidos y al año siguiente es cedido al ADA Alcorcón, donde llegó a disputar cuatro partidos en la categoría de plata del fútbol español. Finalmente y tras un periplo por Australia, ficha por el Real Murcia donde llegó a anotar 10 goles. En ese momento el Córdoba decide ficharlo para reforzar su delantera. 

Lo que empieza mal, acaba bien

La temporada de Sergi Guardiola no comenzó como a él más le gustaría, ya que Luís Carrión, el entrenador en ese momento, decidió apostar por el delantero hondureño Jona Mejía, que llegaba con un cartel más importante que el de Jumilla, ya que venía de anotar 15 goles en segunda división con el recién descendido UCAM de Murcia. Ni la temporada de Guardiola comenzó como a el le habría gustado, ni la temporada del Córdoba había arrancado de la mejor manera, duras derrotas en los cuatro primeros partidos con demasiados goles encajados y muchísimas dudas en ataque, aparte de que Jona no conseguía ver puerta. A partir del cambio de entrenador Guardiola se hizo con el puesto de delantero titular, en parte motivado también por esa falta de garra y de sangre que mostraba por momentos Jona. 

A partir de ese momento la fábrica de hacer goles de Guardiola, no paró de transformar ocasiones en goles, a pesar de que ni el juego ni los resultados del equipo acompañaban, de ese modo el delantero jumillano del Córdoba se convirtió en una luz al final del túnel que tenía la afición blanquiverde para creer en la salvación que en esos momentos se antojaba muy complicada. 

Con la llegada de la nueva propiedad, entienden que tienen que renovar al delantero del Córdoba, es por eso que le ofrecen una mejora salarial y una ampliación de 1 año más en su contrato. Aparte, se subió la claúsula a unos 10 millones de euros para equipos españoles y 15 millones para equipos ingleses, que ven en la Liga 123 una mina para fichar goleadores. 

Desgraciadamente el Córdoba no daba con la tecla para conseguir los buenos resultados que le permitieran salir de la zona roja de la tabla y, tras la destitución de Jorge Romero, Sandoval se convertía en el nuevo inquilino del banquillo cordobesista. El entrenador de Humanes rodeó muy bien a Guardiola con jugadores como Reyes, Jovanovic ó Sergio Aguza, jugadores que aportaban asistencias y que generaban espacios para el hombre gol del Córdoba. 

En total Sergi Guardiola anotó 22 goles en la temporada, superando así los 21 anotados por Florin Andone. 22 goles que sirvieron para que el Córdoba no descendiera a Segunda división B.