Álvaro García ha sido uno de los protagonistas del verano en el mercado de fichajes, quizá el nombre propio de la de la LIGA 1|2|3 sonando para un gran número de equipos extranjeros y españoles de la Primera División tales como Sevilla, Espanyol, Valencia y por último  el Huesca, incluyendo un comunicado por parte del club gaditano donde se informaba que este último equipo se hacía con el 50% de los derechos federativos, algo que quedó en nada ante la negativa del jugador de jugar en el equipo oscense. Finalmente, será el Rayo Vallecano quien se lleve el gato al agua y donde jugará el extremo izquierdo esta temporada.

Era el equipo del barrio de Vallecas quien comunicaba la tarde del jueves el acuerdo donde el utrerano, y ya exjugador cadista, vestirá la camiseta de la franja hasta el 2023. Aunque las cifras no son aún oficiales, se habla que el Cádiz CF recibiría cinco millones de euros a cambio del 75% de los derechos del jugador más otro medio millón de euros en variables.

Después de unos días llenos de incertidumbre y tensión entre la agencia que representa al jugador y el Cádiz CF concluye al fin algo que se venía pidiendo a gritos por las dos partes. De esta manera el menudo jugador cumple el sueño de jugar en Primera División, algo que venía persiguiendo desde el año pasado cuando el equipo gaditano consiguió retenerlo firmando un nuevo contrato con una subida de sueldo, así como de su cláusula de rescisión.

Álvaro García ya es historia del Cádiz CF, historia escrita con letras de oro formando parte de la plantilla del ascenso en Alicante y sus posteriores magníficas temporadas en segunda, dos años donde el jugador se revalorizó pero que deja un sabor agridulce en su despedida debido a los últimos acontecimientos y donde gran parte de la afición achaca de falta de profesionalidad, quién sabe si por él o el mal asesoramiento de su representante, alguien que vino con cantos de sirena diciendo que el jugador tenía ofertas de los más grandes de Europa.

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