La danza 'Shikat' o también conocida como danza del vientre, es de las más populares en Marruecos. En Butarque cantan, bailan y festejan el buen estado de forma de su delantero de referencia, Youssef En Nesyri. Tras la lesión de Carrillo, el '26' se ha echado el equipo al hombro y está asumiendo todo el peso ofensivo de su equipo. Tras el 2-0 inicial del Eibar, él se encargó de empatar la contienda y de incluso poder darle la vuelta al marcador. Pura esencia y constancia importada desde Marruecos.

El ímpetu de Youssef

Youssef es la garra y la perseverancia del Leganés. Empieza a correr escorado en banda derecha. Con las piernas largas y con una punta de velocidad un tanto torpe, es capaz de fijar a su defensor para después irse de él. Unas cualidades atípicas para la envergadura de En Nesyri. Tras una buena recuperación 'pepinera', Braithwaite le dejó el balón a Youssef una vez pasado el centro del campo. Condujo el esférico y se zafó a la perfección de su marcador. Ahí ajustó un 'zurdazo' a la cepa del poste, imposible para el meta del Eibar.

En Nesyri seguía con ganas de seguir bailando y lo hizo un compás más. El Leganés se volcó al ataque, hasta el punto de que terminó llegando el empate. Centro desde la derecha de Bustinza, y el delantero marroquí se levantó hasta 2,27 metros del suelo para clavar un remate de cabeza implacable con dirección al fondo de las mallas. Repertorio de un En Nesyri que demostró que está hecho de otra pasta.

En Nesyri anotando el 2-2 | Foto: CD Leganés
En Nesyri anotando el 2-2 | Foto: CD Leganés

Después de la tormenta siempre llega la calma

La primera parte fue para olvidarla cuanto antes. Bien es cierto que los dos goles llegaron fruto de la estrategia visitante con dos jugadas a balón parado, pero el Leganés tampoco propuso mucho más. Tras la reprimenda de Pellegrino, y el más que efectivo cambio de esquema, el conjunto blanquiazul salió totalmente distinto en la segunda mitad. 

En la segunda parte, el Leganés fue otro conjunto diferente. Mostró otro ritmo y demostró por qué cuando juega en Butarque, hace de su estadio un auténtico un fortín, ya que solo ha perdido un partido en esta temporada sumando los encuentros de Liga y Copa. Todo el equipo dio un paso al frente, y fue capaz de empatar a dos la contienda. Durante los últimos diez minutos, se mostró ya cansado y con pocas fuerzas, y con más ahínco que calidad, amarró el resultado y luchó por la remontada completa. No pudo ser, y finalmente el partido terminó en empate. Sirve de poco, pero la afición no se fue descontenta de Butarque después de los buenos últimos cuarenta y cinco minutos de los suyos.