Las malas noticias no han parado de sucederse esta última semana en la casa blanca. A parte de haber quedado fuera de la Copa del Rey, La Liga y la Champions League, el vestuario está sumido en una profunda crisis, a la que hay que sumarle estas sanciones producidas en los últimos partidos. 

La primera de estas expulsiones se produjo el pasado 17 de febrero. El Real Madrid seguía en la lucha por La Liga y recibía en casa al Girona, un partido que, a priori, parecía de cara para los blancos se complicó en la segunda parte y terminó con la victoria de los catalanes por 1-2. El primer gol del Girona llegó de penalti, después de que Ramos evitara que el balón entrara en la portería de Courtois con la mano, lo que le costó la roja directa. 

A la jornada siguiente, una nueva expulsión tendría lugar en el Ciutat de Valencia. Nacho fue el encargado de reemplazar al sancionado Ramos en la zaga del Madrid. Sin embargo, el central iba a correr la misma suerte que el camero, y vio la doble amarilla en el minuto 85. 

En la vuelta de la Champions League, la historia se volvería a repetir para Nacho Fernández. Nuevamente era el encargado de suplir a Ramos, que forzó la amarilla en el partido de ida. Nuevamente el central español sería expulsado por doble amarilla en el minuto 93, cuando el encuentro ya agonizaba. 

El protagonista de la última expulsión blanca ha sido Casemiro, en el partido ante el Valladolid. El jugador, ya apercibido, taponó un saque de falta cuando quedaban 10 minutos para la conclusión del encuentro, viendo la segunda amarilla que le obligaba a enfilar el camino al túnel de vestuarios antes de tiempo.