Al rojo vivo. Tras los últimos giros en la trama del ascenso, ese parece ser el color del que se ha pigmentado la parte alta de la clasificación de Segunda. Mientras unos incendios podrían haber sido sofocados, como el que empezaba a asolar Málaga, otros, en cambio, no han hecho más que estallar: Anquela ha sido el último calcinado en Oviedo. Por otro lado, La Coruña estaba envuelta en llamas tras acumular el Deportivo su tercera derrota consecutiva. La situación para ellos, no obstante, parece aliviarse tras imponerse en Soria de viernes.

En medio de todo este panorama caótico, el Sporting necesita ahora del calor de su grada tras una jornada tibia en la que ha visto el playoff escaparse a dos puntos más. El volcán en el que se convirtió El Molinón en el último partido contra el Granada debe volver a erupcionar ante el Elche para que los fuegos en Gijón a final de temporada sean artificiales y no fatuos.

Ante los rojiblancos se posicionará un rival trufado de viejos conocidos. A los Xavi Torres, Yacine Qasmi y Carlos Castro conviene añadir la perpetua sombra de Nino, uno de los peligros anacrónicos que han azotado al Sporting durante las últimas campañas. Para ahuyentar tanto a ellos como a los titubeos que parece haber provocado el anodino empate ante el Nàstic, jugar como locales se torna crucial.

Así lo han señalado los jugadores durante la semana de preparación. Babin y Geraldes han tildado de "clave" la intervención de La Mareona durante los 90 minutos que dura el encuentro para que los asturianos jueguen en superioridad numérica ante un equipo que ya intentó dar guerra al imparable Osasuna el lunes pasado. José Alberto ha confirmado esta opinión en sus declaraciones semanales.

La puesta a punto, sin embargo, se ha visto empañada por el alcance de la lesión de Aitor García, que no podrá ejercer más que de espectador durante las próximas cuatro jornadas. Por su puesto pugnarán teóricamente Carmona, Lod y el ya seleccionado Ivi, que todavía no ha vuelto a rendir al nivel mostrado en Tenerife. Molinero, por su parte, con la sanción ya expirada, vuelve a ser el principal candidato al lateral zurdo.

El factor del tiempo intermedio entre partidos se debe tener en cuenta, ya que el Elche ha tenido un viaje y dos días menos para mentalizarse de su visita al coliseo gijonés. José Alberto, en cambio, ha organizado entrenamientos a puerta cerrada para esconder sus cartas ante un rival que ya le apeó del carrusel del ascenso a Segunda el año pasado con el filial.

Esta vez, no obstante, la operación no se puede repetir, pues todo lo que no sea una victoria ante los franjiverdes complicaría y mucho las opciones de promoción de un Sporting que aún tiene que presentar sus credenciales ante rivales de la zona caliente. El Elche, aunque habita un estrato relajado de la clasificación, tampoco puede distraerse, dado que esta Segunda División, si se caracteriza por algo, es por lo impredecible que puede resultar. Tanto en la cumbre como en el fango.

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