Todos los días que en un futuro se recuerdan son por algo. La causa capaz de remover algún sentimiento, sea el que sea, dentro de una persona, es recordada. Hoy se recuerda una causa que despertó alegría, que produjo abrazos, sonrisas y las más inmensas de las euforias en muchas personas. Hoy, hace diecisiete años, numerosas familias festejaban la victoria de ‘su’ Real Madrid en Europa. La novena vez que pasaba algo parecido. La novena vez que el Madrid reinaba en el viejo continente.

Hoy, 15 de mayo del 2019, muchos madridistas rebobinan hasta aquel momento. Unos estarían con sus amigos, otros con su familia, en el sofá, en la silla, algunos incluso en la cuna; bufanda al cuello y uñas en la boca, cada uno cumpliendo su propio ritual, el partido empezaba. Nadie siente lo que un aficionado blanco ante una final de Champions o, por aquel entonces, Copa de Europa. Diecisiete años.

Diecisiete años de Del Bosque en el banquillo blanco; de César en portería; de Salgado, Hierro, Helguera y Roberto Carlos en la defensa; de Figo, Makelele, Solari  y Zidane en el centro del campo; y de Raúl y Morientes en la delantera. Diecisiete años de aquel saque de banda pícaro, rápido y potente de Roberto Carlos para que Raúl, aprovechando la ausencia de fuera de juego, batiera con un toque sutil y por bajo al portero del Bayer en el minuto 14 de partido. Los primeros gritos, aplausos y saltos llegaban gracias al ‘7’ blanco, que poco a poco se convertía en leyenda. Diecisiete años del gol a balón parado de Lucio que heló el corazón de los madridistas por un tiempo.

Diecisiete años de una jugada comenzada por el, ahora, ex entrenador del Madrid y rematada por la persona que lo ha sustituido en el banquillo. Lo que es la vida. Continuada por otro guerrero de la banda que hoy en día sigue vinculado al club, y que golpeó el balón hacia arriba, dirección al borde del área, donde se encontraba él, que si antes ya había sido uno de los mejores jugadores del club blanco, ahora se ha convertido en el entrenador más laureado. Zidane, formando un perfecto ángulo recto entre su pierna de apoyo y la de golpeo, espero con tranquilidad a que la pelota bajara y asemejándose a una figura de bailarín, consiguió el 2-1.  El mundo enloqueció, y no solo los del Madrid. Narradores de todos los países del mundo, amantes del fútbol y demás personas que lo visualizaran quedaron alucinados con semejante barbaridad. A la escuadra, rematando de bolea un meteorito que caía del cielo con la pierna ‘mala’. El mundo se paró por un momento en aquel minuto 44 de partido. El gol más bonito del Real Madrid y de la historia de esta competición.

Diecisiete años de la lesión de César, el portero titular en aquella final. Cambio inesperado y turno para un joven Íker de 21 años que veía como el mundo se le venía encima. Botas Reebok y mangas cortadas, salió al campo. Ese día, Casillas siguió adelante en su camino para convertirse en mejor portero de la historia. Lo hizo, muy a pesar de algunos. El portero de Móstoles, no el galáctico, hizo tres paradas prácticamente seguidas, que dieron el triunfo a los blancos. La primera, un disparo fuerte desde dentro del área por el que tuvo que volar para despejar a córner; la segunda, un despeje con el pie, recorriéndose toda la portería para sacar un balón que llegaba al corazón del área chica; y la tercera, justo tras el córner provocado por esa parada, una dificultosa parada a un cabezazo contrario desde el área chica. Diecisiete años desde que el árbitro pitara y el Madrid, sufriendo, se coronara de nuevo.

Cómo han cambiado las cosas. Desde aquel 15 de mayo del 2002 hasta ahora, muy pocas cosas permanecen en el equipo. Del Bosque marchó, de una manera que dejó mucho que desear; ahora, el entrenador es Zidane, que vive su segunda etapa como técnico blanco, sustituyendo a SolariÍker Casillas ya no está, se marchó al Oporto (tampoco de la mejor manera), y hoy en día se encuentra recuperándose de un infarto de miocardio que lo puede retirar de los terrenos de juego. Todos, absolutamente todos los partícipes de ese partido, son leyendas blancas ahora y, de alguna forma u otra, al igual que nosotros, recordarán aquel día de hace diecisiete años.

Muchas cosas han cambiado, pero el idilio que este club tiene con la mejor competición de clubes de Europa sigue siendo el mismo. Tanto es así, que diecisiete años después, este se ha coronado en cuatro ocasiones más como campeón. Ahora tiene trece, y hoy se celebra que, al menos, en diecisiete ocasiones, hemos recordado aquel 15 de mayo.