Hay jugadores que dejan huella. Unos son los llamados "one club man", es decir, aquellos que han estado ligando toda su carrera futbolística entorno a su club, el que lo formó y del cual acaba convirtiéndose normalmente en un ídolo para su afición. Sin embargo, no son éstos los únicos futbolistas que dejan su impronta en un equipo. Los hay otros que, viniendo de fuera, por un gol, o simplemente por dejarse todo en el terreno de juego, son capaces de conseguir el cariño y los aplausos del respetable.

En ese sentido, la retina del aficionado rojillo se queda con momentos muy emotivos, normalmente con aroma a gol. Por citar algunos de ellos, los tantos anotados por Jan Urban en la mayor goleada lograda por Osasuna en el Santiago Bernabéu (0-4), el gol del ascenso a Primera División de Trzeciak, el gol de Cuéllar contra el Hamburgo que estuvo a punto de suponer la participación de los navarros en la fase de grupos de Champions… Y falta un gol, al menos uno por repasar, el de un australiano que estuvo a punto de dar una Copa del Rey. Todos recordarán ese gol de Aloisi a centro de Delporte en el Vicente Calderón, un tanto que supuso el 1-1 y que forzaba una prórroga que al final se acabaría llevando el Betis.

En este artículo se repasa la trayectoria del que ha sido un jugador emblemático dentro del club rojillo, un jugador que, precisamente, en el último partido que disputó en casa frente al Albacete (2-0), se llevó los aplausos y ovación del Sadar.

Aloisi, sus primeros pasos y su etapa anterior a Osasuna

John Aloisi, nació en Adelaida el cinco de febrero de 1976. Sus primeros pasos los dio con el equipo de su ciudad, el Adelaide City, en el cual se formó, y con tan solo 16 años, logró debutar con el primer equipo. Se trató de una gran temporada, y es que en su primera experiencia como futbolista profesional, se alzó con el título de campeón de Copa y de la A-League.

Una vez finalizada esta etapa, el delantero recaló en la Liga Belga, formando parte, primero del Standard de Lieja y posteriormente en el Royal Antwerp, ambos de la 1ª División belga por aquel entonces. Tras esta doble experiencia en el país flamenco, Aloisi dio el salto a la Serie A, y lo hizo de la mano del Cremonese, que por aquel entonces también militaba en la máxima categoría italiana.

En su primera temporada, su presencia en los terrenos de juego fue intermedia, disputando la mitad de los partidos de Liga y anotando dos goles (uno de ellos, en su debut). Tras consumarse el descenso del club, continuó una temporada más, en esta ocasión en la Serie B, donde mejoró ligeramente su número de actuaciones sobre el césped, con un total de 26 partidos y nuevamente dos goles en su haber.

Finalizada su campaña en el fútbol italiano, dio el salto a la Liga inglesa, donde probó suerte en un principio en un equipo de Championship, el Portsmouth. Se trató de un fichaje con no mucha casualidad, y es que el dueño del conjunto de Fratton Park, era también el ex-seleccionador de la selección australiana. Así las cosas, Aloisi no fue el único jugador de su país en recalar en el equipo inglés. Tras una temporada sin gran brillo, y pese a salvarse del descenso a la League One, el delantero australiano recaló en un equipo de Premier, el Coventry City, donde anotó un total de diez goles y participó en 39 encuentros defendiendo la camiseta "Sky Blue".

Aloisi, su etapa como jugador rojillo

Al término de la temporada 2001/02, el jugador dio el salto a una nueva Liga, la española, y lo hizo de la mano de Osasuna, el cual pagó en su momento 330 millones de las antiguas pesetas (lo que hoy en día serían aproximadamente dos millones de euros), por lo que se podía decir, a la vista la inversión, que se trataba de un fichaje con enjundia. Sus cuatro años como jugador rojillo convirtieron de ésta, su estancia más prolongada en un equipo europeo hasta ese momento.

A diferencia de su paso por los anteriores clubes, Aloisi sí tuvo un protagonismo considerable en el equipo, donde en las cuatro temporadas que disputó, entre Liga y Copa acumuló un total de 132 partidos jugados, y 34 goles en su haber. El más importante de ellos sería en la final de Copa del Rey de 2005 que disputaron el Real Betis y el propio Osasuna. Su gol en los minutos finales del encuentro a pase de Delporte, suponían las tablas (1-1), con las que se llegaría al final de un encuentro, que se acabaría llevando el conjunto verdiblanco en la prórroga por la mínima.

En 2005, el delantero dejó Osasuna con rumbo a un club cercano, el Alavés, el cual en aquella temporada se encontraba recién ascendido a la máxima categoría de nuestro fútbol. En su única campaña como referente ofensivo en el equipo albiazul fue verdaderamente notable, donde con diez goles anotados fue pichichi del equipo de Mendizorrotza, circunstancia que no pudo impedir el descenso del club vitoriano a final de campaña.

En el ócaso de su carrera deportiva, Aloisi retornó a su Australia natal para dar sus últimos pasos como futbolista, en tres equipos diferentes, el Central Coast, el Sydney F.C. y finalmente el Melbourne, donde acabaría colgando las botas. Dentro de su trayectoria deportiva, cabe destacar también su papel dentro de la selección australiana con 35 internacionalidades y 21 goles anotados, donde se colocó como el segundo máximo anotador en su selección.

Finalmente, en su carrera como entrenador, Aloisi comenzó entrenando al equipo juvenil del Melbourne, equipo donde se retiró. Su labor permitió que diera el salto al primer equipo, donde fue cesado a finales del 2013. Finalmente, y tras recalar en el otro equipo de la ciudad, el Melbourne Victory, acabó como técnico del Brisbane Roar, que actualmente milita en la A-League y del cual no es entrenador a día de hoy.