El 23 de mayo de 2017, el Real Madrid apostó por una joven promesa del fútbol brasileño que apenas había debutado de manera profesional con el Flamengo. Con solo 16 años, Vinicius Jr. se convirtió en la flamante nueva adquisición del club blanco.  

Se llegó a un acuerdo en el que el jugador iba a permanecer en su equipo en Brasil hasta que cumpliese los 18 años, momento en el cual el Madrid ya podía disponer de sus servicios. De esta manera, el 20 de julio de 2018, fue presentado de manera oficial.

Su debut en un partido oficial con el primer equipo, fue en el derbi madrileño, en el que solo jugó dos minutos. Pero vio pocos minutos bajo el mando de Julen Lopetegui, quien no le incluyo en muchas de sus convocatorias, por lo que jugó con el Castilla el primer tercio de la temporada.

Después de la destitución del entrenador español y el nombramiento de Santiago Solari, Vinicius comenzó a tomar protagonismo. Tuvo más minutos y se ganó el lugar como titular en varios partidos. Su velocidad y desparpajo fueron una inyección de nueva energía a un equipo que se mostraba letárgico. Sus ataques por banda izquierda se convirtieron en una constante amenaza para los rivales.

Sus ganas y talento eran indudables, pero estaba claro también que el brasileño necesitaba minutos y experiencia para mejorar. Sus errores provenían de su juventud, pero eso no le hizo desacelerar. Su primer gol fue ante el Valladolid, pero también pudo anotar a Deportivo Alavés, Leganés y Melilla.

Su rápido ascenso de popularidad y favoritismo dentro de los aficionados madridistas, se vio frenado por la peor noticia, una lesión. En la noche fatídica en la que el Real Madrid fue eliminado de la Champions League por el Ajax en el Santiago Bernabéu, Vinicius tuvo que retirarse del campo con una rotura de ligamentos de la articulación tibioperonea de la pierna derecha. Esto le apartó durante dos meses.

Se perdió gran parte de la última recta de La Liga y solo pudo regresar para jugar en los tres partidos que le restaban a la temporada, contra Villarreal, Real Sociedad y Real Betis. El brasileño se mostró con la misma movilidad de costumbre, pero falto de ritmo por su parada obligada de más de 60 días.

De todas maneras, sin duda fue el jugador que dio la mayor sorpresa en la temporada, que se mostró como sangre nueva, con ideas frescas, un ritmo de juego frenético y con descaro para enfrentar al rival, sea quien sea. Debido a la falta de confianza en él por parte de Lopetegui y la lesión se sufrió, no pudo superar el umbral de los 1.000 minutos en Liga.

Aun así, acumuló entre todas las competencias 1.736 minutos, 31 partidos, cuatro goles y 12 asistencias. Es, sin duda, una de las grandes expectativas de los madridistas para la siguiente temporada, ahora bajo el mando de Zinedine Zidane.