Cada día que pasa aparecen nuevos datos de la operación Oikos, donde entre otros partidos se investiga el posible amaño del partido Valladolid - Valencia de la última jornada de la presente temporada de primera división. En dicho partido, el conjunto ché acabó ganando por 0-2 y clasificándose para la Champions League de la próxima temporada quedando en cuarta posición.

En concreto lo que se investiga es el posible pacto del resultado del partido entre pucelanos y valencianos por parte de jugadores del Valladolid, para realizar apuestas seguras sobre el partido con una apuesta combinada al resultado final de la primera parte con victoria del Valencia y al final de la segunda también del conjunto valencianista. Según el juez que lleva la investigación, el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca, los supuestos cabecillas de la trama, el ex jugador profesional malagueño Carlos Aranda y el también ex futbolista Raúl Bravo, habrían pactado el resultado con parte de la plantilla del Valladolid gracias al enlace realizado por Borja Fernández, capitán del Valladolid que se retiró esta temporada, para que se pudiese apostar sobre seguro a que el Valencia ganaba en la conclusión de cada parte.

A raíz de ese pacto, según "El Mundo", es donde Sergio Gontán Gallardo “Keko” aparece en los papeles de la operación Oikos, ya que habría sido en la casa del jugador del Málaga, cedido en el Valladolid, donde se habría coordinado y gestado el posible amaño del partido entre el capitán Borja Fernández y los futbolistas del equipo vallisoletano. Todo ello a raíz de las escuchas telefónicas que habrían acreditado la celebración de dicha reunión en casa de Keko. También, según "El Mundo", los cabecillas de la trama habrían reconocido en sus conversaciones que por las gestiones realizadas por parte de Borja Fernández, el ya ex capitán del Valladolid debería cobrar al menos 50.000 euros.

Apostar a caballo ganador

Uno de los implicados en la trama, el malagueño Carlos Aranda, según las conversaciones telefónicas desveladas por "El Mundo", fueron las que pusieron a los investigadores tras la pista del posible amaño del partido Valladolid - Valencia. Aranda habría contactado con un amigo suyo al que le decía que el Valencia ganaba la primera y la segunda parte, recomendándole que no se lo dijese a nadie. También habría revelado en dichas escuchas que había siete jugadores comprados, e incluso llegó a contactar con una empleada de los salones de juego que posee en propiedad Carlos Aranda en Málaga, para que apostase 10.000 euros para ganar 20.000.