A orillas del Guadalquivir sus sueños comenzaron a fraguarse. Apostando sus quimeras al cuero de un balón, Juan Larios hilvanaba con delicadeza las puntadas de un camino que un día le llevarían a ‘Can Barça’. Germinado a pie de calle con el fútbol brotando en sus venas, Juan iniciaba su andadura en el deporte rey defendiendo la portería de la UD Tomares. Bajo palos y desplegando una destreza felina, el tomareño se despedía como cancerbero tras sufrir un duro impacto con el palo mientras intentaba atajar el balón. Sin embargo, pocos podían imaginar que aquel choque fortuito destaparía las cualidades de Juan Larios sobre el verde.

Reconducido como hombre de campo, Juan lograba despojarse de los guantes mientras brillaba como un auténtico baluarte en el cuadro sevillano. Curtido con una polivalencia sobrenatural, su reluciente papel defendiendo durante tres años la elástica amarilla de la UD Tomares no pasaría inadvertida para el Sevilla FC, incorporándolo a las filas del Prebenjamín A. Y ahí, bajo el influjo de Nervión, Juan Larios comenzaba a dirigir las riendas de un viaje que consumaría su trayecto en la Ciudad Condal.

Juan Larios en pretemporada. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Bajo el manto de la Powerade Cup VI Edition celebrada en diciembre de 2015 en el Nou Municipal Cornellà, el Sevilla FC se proclamaba campeón de la categoría alevín tras arrollar al FC Barcelona en la final (4-0). Su destacado protagonismo con el cuadro hispalense captaría la atención de los responsables del fútbol formativo azulgrana, firmando su incorporación a La Masía en verano de 2016 en las filas del FCB Infantil A de Carles Martínez.

Buque insignia en La Masía

Rápido y erguido como una auténtica roca en defensa, las innumerables virtudes de Juan le avalan como uno de los laterales más trascendentales de La Masía. Su carta de presentación como azulgrana llegaba en LaLiga Promises de Tenerife disputada en las navidades de 2016, bordando un torneo mayúsculo adornado con un gol en la final frente al Atlético de Madrid (6-1). Fortaleciendo una calidad innata, su portento físico y su voraz incisión en la banda le catapultan como la joya que brota sin complejos en ‘Can Barça’.

Juan Larios con el FCB Cadete B el curso anterior. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Camino de su cuarta temporada resguardando la zamarra azulgrana, Juan Larios apunta con descaro rumbo al Camp Nou. Nutrido con la esencia del fútbol de calle, una técnica exquisita y depurada le permite regatear con soltura desde la línea de cal para zafarse de los rivales. Invencible en el uno contra uno, su visión periférica de la jugada y su asociación refinada con sus compañeros le convierten en un seguro en la cancha. En sus pies, el esférico queda siempre a salvo.

Encumbrado como un auténtico ‘correcaminos’ en el lateral izquierdo, nada tiene que envidiar a las virtudes de Jordi Alba. Impecable velocista, sus centros medidos se envenenan en el área transformándose en una garantía de gol. Adueñado de una inteligencia táctica envidiable, el andaluz se nutre de la polivalencia necesaria para sustentar la pizarra de cualquier entrenador, alzándose como un verdadero comodín en sus esquemas.

Juan Larios con el FCB Cadete B el curso pasado. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Vestido con una madurez fascinante a sus 15 años de edad, Juan Larios se estrenaba esta pretemporada con el FCB Juvenil B de Franc Artiga en el torneo ‘The Cup’ batallado en Sant Pol de Mar. Alzados dignos vencedores de la cuarta edición, los azulgranas volvían a teñirse como campeones de nuevo tras doblegar al Real Madrid en la final. Pese a que el lateral iniciará su andadura esta campaña con el FCB Cadete A de Sergi Milà y Pere Romeu, su efervescencia desde el carril seducían a un Franc Artiga que fijaba su mirada en el tomareño.

Abanderando una humildad encomiable, Juan no se olvida de sus orígenes. Sus duros inicios en La Masía lejos de su Tomares natal y su familia le responden ahora con un futuro prometedor. En su cuarto curso como azulgrana, el carrilero ha logrado embolsarse el cariño de una afición que vibra con él desde la banda. Dueño indiscutible del flanco izquierdo, su clase también aflora en las categorías inferiores de la selección española, despuntando sin apuros con la Sub15 de Julen Guerrero desde 2018. Es, sin duda, un premio más a la constancia de Juan Larios, llamado a encabezar un día las directrices de la banda del Camp Nou.