La Copa de Europa, actual Champions League desde 1992, fue creada en 1955 por el periódico francés L’Équipe con el objetivo de consagrar al mejor club del Viejo Continente. Las cuatro primeras ediciones  fueron ganadas por el Real Madrid, postulándose como el mejor club de Europa. 

La edición de 1959-60 fue la primera en la que el Barcelona participaba en el torneo. Los catalanes contaron en sus filas con el mítico Kubala y con el único balón de oro español de la historia, Luis Suárez, y dejaron un memorable 1-7 frente al Milan.

También fue la primera vez en la que se jugara un clásico en competición internacional. Lo hicieron en semifinales, con un doble 3-1 a favor del Real Madrid. Con ello, los de Chamartín alcanzarían una nueva final europea.

Su contrincante fue el Eintracht Frankfurt, equipo que venía de ganar la liga alemana y que participaba por primera vez en la Copa de Europa de forma exitosa. En semifinales eliminaron al Rangers, equipo escocés que se quedó sin jugar la final ante su afición.

Un trío temible en el ataque blanco

Así pues, Real Madrid y Eintracht llegan a Glasgow con la esperanza de alzarse con el trofeo más importante en cuanto a clubes se refiere, la Copa de Europa. El 18 de mayo de 1960, Hampden Park sería testigo de la quinta edición de la Copa de Europa en Escocia.

Con todo preparado, en la alineación del Real Madrid, con un esquema de 3-4-3, destacaba el mítico trío de ataque formado por Di Stéfano, Puskás y Gento

El trío atacante del Real Madrid | Foto: Pinterest
El trío atacante del Real Madrid | Foto: Pinterest

Alfredo Di Stéfano es considerado por el mundo del fútbol como uno de los mejores jugadores de la historia. Hasta la aparición de Raúl González y Cristiano Ronaldo, el hispano-argentino fue el máximo goleador en la historia del club blanco y Presidente de Honor hasta su fallecimiento en el año 2014. Y es que el legado que dejó la “Saeta Rubia” en Chamartín será eterno, habiendo participado en una de las mejores etapas en la historia del club, conocida precisamente como el “Madrid de Di Stéfano”.

Ferenc Puskás es considerado como el sexto mejor jugador del siglo XX (según la IFFHS) y es el cuarto máximo goleador en la historia, con 746 goles en 754 partidos. Destacó por su potente zurda, y la FIFA entrega todos los años el premio a mejor gol de la temporada, el cual recibe su nombre.

Paco Gento formó parte de ese mítico “Madrid de Di Stéfano”, completando la línea de ataque junto con Puskás y Alfredo. Destacó sobre todo por su velocidad, y es el jugador con más Copas De Europa conquistadas (6), así como ligas (12). Desde el 2015 ostenta el cargo de Presidente de Honor en el club blanco.

Por parte del Eintracht, los alemanes jugaron con un esquema parecido, pero dando al 10, Pfaff, más libertad por delante de los centrocampistas. Stinka ayudaba mucho en labores defensivas, actuando muchas veces de cuarto defensor.

Hampden Park, testigo de la historia

Arrancó el partido en Hampden Park con 135.000 personas presenciando el acto. El Eintracht inició el choque generando peligro, pero fue Del Sol quien estuvo a punto de batir al meta alemán tras una gran jugada que reflejó que el “Madrid de Di Stéfano” fue más que el trío atacante.

Monumental Hapden Park | Foto: Pinterest
Monumental Hapden Park | Foto: Pinterest

El partido comenzó muy interesante, gozando ambos equipos de numerosas ocasiones en un ida y vuelta constante. En el 18’ Richard Kress abrió la lata para los teutones tras un centro al área que remató a placer.

En el 26’ apareció Di Stéfano para anotar el empate tras una gran jugada de Canário por la banda, deshaciéndose de su par y colgando el balón al segundo palo. Poco después volvieron a aparecer los mismos protagonistas del anterior gol, con un chut de Canário que atajó Loy, portero alemán, y Di Stéfano cazó el rechace. 2-1 para los españoles que se ponían por delante.

Tras veinte minutos en los que el Madrid dominó al rival llegó el tercer gol al final del primer tiempo, esta vez obra de Puskás, que no faltó a su cita con el gol, tras un zurdazo del hispano-húngaro.

Tras el descanso, lluvia de goles

A los diez minutos de la segunda parte Puskás anotó desde los once metros en uno de los penaltis más cuestionados de la historia. El Real Madrid afianzaba la que sería su quinta Copa de Europa. Cinco minutos más tarde el hispano-húngaro repetiría para meter el quinto en Hampden Park.

Desde el minuto 71 hasta el 75 se anotaron nada más y nada menos que cuatro goles. Otro para Puskás, que anotaba el cuarto en su cuenta personal; Stein para el Eintracht, Di Stéfano para hacer su tercer gol y repitió Stein para cerrar el marcador más abultado en la historia del torneo.

Tras el segundo gol del Eintracht Di Stéfano, rubricando su triplete, esgrimió la definición perfecta de lo que fue este Real Madrid, una apisonadora que arrollaba todo cuanto encontraba. Con este gol se acababa la considerada como mejor final de la historia.

Con el 7-3 en el marcador, el Real Madrid se coronaba pentacampeón de Europa dejando un legado para la historia. Di Stéfano fue, junto con Puskás, el mejor del partido. Un Di Stéfano que no solo marcaba, sino que bajaba a defender y se movía por el medio del campo para recibir el balón, haciendo gala del fútbol total que le definía.

Con el show de Alfredo para ganar su última Copa de Europa finalizó uno de los partidos más memorables de la historia del torneo. Muchas ocasiones, disparos y un Real Madrid que regalaba espectáculo con regates que marearon a los alemanes. Este fue el fin de una de las mejores etapas en la historia del club.

Los madridistas con la copa | Foto: futbolprimera.com
Los madridistas con la copa | Foto: futbolprimera.com

Cabe destacar que, tras la quinta Copa de Europa, el Real Madrid no volvió a conseguir el trofeo hasta pasados seis años, en una década en la que triunfaba el Benfica de Eusébio y el Milan iniciaba su legado.

Las anécdotas que dejó el partido

Miguel Muñoz es el entrenador más laureado en la historia del Real Madrid, y aquella noche dejó un recuerdo para la historia tras ganar la Copa de Europa como entrenador tan solo dos años después de haberlo logrado como jugador. En su palmarés como técnico blanco consiguió la friolera de catorce títulos, entre ellos nueve ligas, dos Copas de España, dos Copas de Europa y una Copa Intercontinental.

Al día siguiente de la final europea, el periódico inglés The Times tituló la victoria del Real Madrid con el siguiente titular: "El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso". Es por ello que al conjunto de Chamartín se le conoce hoy en día como los vikingos. 

Estos fueron dos recuerdos para la historia que dejó una de las mejores finales jamás jugadas.