Al suroeste de Camerún sus sueños comenzaron a tomar la forma de un balón. Refugiado en los brazos de la Fundación Samuel Eto’o, el guardameta André Onana aterrizaba en Barcelona convirtiéndose en uno de los últimos futbolistas en llegar al club catalán de la mano del legendario Eto’o. Su llegada la temporada 2010/2011 le permitía instaurarse en La Masía bajo la tutela de dos maestros de excepción y es que, pese a incorporarse en primera instancia en las filas del FCB Cadete B de Franc Artiga, las repetidas ausencias de su primo Ondoa con la selección obligaron a Onana a suplir la vacante del cancerbero con el FCB Cadete A de García Pimienta. Sin achicarse, y atesorando unas cualidades prometedoras, André Onana lograba alzarse con el campeonato liguero en ambos cadetes, estrenando una vitrina con muchos títulos que enumerar.

Asentado en La Masía, el guardameta fijaría sus bases con el FCB Cadete A de Quique Álvarez y Ramón Ros el curso 2011/2012 repitiendo de nuevo la reedición del trono liguero en la División de Honor. Indomable lejos del verde, André Onana no dudó en cubrirse los oídos desaconsejando la sugerencia de su padre, que no quería que jugase al fútbol. Convencido de ocupar su lugar en el Olimpo, su insubordinación le acabaría catapultando a la ansiada cumbre.

André Onana en la CE Joan Gamper. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Un renacer feroz

Forjado con alma de león, el camerunés supo resurgir frente a la adversidad. El varapalo de la reglamentación que impedía a los extracomunitarios jugar en categoría nacional con menos de 5 años de residencia en España obligaba al club azulgrana a relegar a Onana a disputar únicamente partidos amistosos, convirtiendo el curso 2012/2013 en uno de los más duros para el canterano. Una campaña más tarde, pese a salir cedido con el Vista Alegre, Onana acabaría de nuevo en las filas del FCB Juvenil A de Jordi Vinyals con la corona de la UEFA Youth League (2013/2014) sobre su testa.

Pese a comenzar la temporada 2013/2014 cedido al Vista Alegre, Onana regresaba a La Masía para ceñirse con la UEFA Youth League

André Onana en un partido con el FCB Juvenil A. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Dueño de un físico privilegiado, sus aptitudes captarían la atención de los grandes de Europa. Con sólo 19 años, su sobresaliente manejo del esférico con los pies instruido en La Masía y su agilidad defendiendo la portería seducirían al Ajax de Amsterdam, verificando de nuevo los lazos de unión entre las dos escuelas nutridas en la religión del ‘cruyffismo.

A punto de terminar su contrato con la entidad azulgrana, el conjunto holandés decidía no esperar al mercado estival e incorporaba a André Onana en enero de 2015 para fortificar los cimientos del Jong Ajax, el filial de los ‘ajacieden’. Marc Overmans, un viejo conocido en las instalaciones de ‘Can Barça’, convencía al camerunés para formar parte de un proyecto que acabaría cimentándose sobre su figura.

Onana firmaba en enero de 2015 por tres temporadas con el Ajax

Onana en 'Can Barça'. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

El cerrojo del Ajax

Baluarte en el filial del cuadro holandés, su destreza bajo palos y la posesión de una técnica depurada y sofisticada llevaba a Ronald de Boer a incluirle como tercer guardameta del primer equipo la temporada 2015/2016, por detrás de Jasper Cillessen y Diederik Boer. Sin perder la titularidad con el Jong Ajax en la Keuken Kampioen Divisie, el guardameta de Nkol Ngok emprendía el camino hacia la portería del Ajax de Amsterdam, hazaña que lograría alcanzar un curso más tarde.

Casualidades, o no, de la vida, sería el FC Barcelona el que acercaría sin saberlo a André Onana a la meta del Johan Cruyff Arena. Oficializado el anuncio del fichaje de Jasper Cillessen al cuadro azulgrana la temporada 2016/2017, las llaves de la garita del Ajax recaían en las manoplas de Onana debido a la lesión de Tim Krul, el elegido para salvaguardar los tres palos del conjunto holandés. A sus 20 años, alentado por su hinchada ante el Willem II, su debut el 20 de agosto de 2016 en el Arena auguraba un idilio de amor eterno con los ‘ajacieden’.

Onana en el Ajax. Foto: Ajax de Amsterdam

Amarró la titularidad, y no la soltó. Explosivo bajo palos y erguido como un muro infranqueable cuando emerge como el último obstáculo ante el rival, Onana se consagraba gracias a sus paradas imposibles y el curtido toque del cuero con los pies forjado en La Masía. Marcado como uno de los porteros con más potencial del fútbol europeo, su nombre volvía a sobrevolar la agenda de ‘Can Barça’ tras la salida de Jasper Cillessen al Valencia CF este verano. Experto en blocar las embestidas del enemigo, con sólo 23 años apuntaba su nombre en la historia tras su fabulosa actuación ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu, conduciendo con autoridad y seguridad al Ajax hacia los cuartos de final de la UEFA Champions League. Sin embargo, pese a caer en semifinales contra el Tottenham Spurs, sus solemnes intervenciones destapaban al mundo la clase de André Onana, un tesoro emanando con furia.

Una Liga Eredivisie, una Copa y una Supercopa nutren el palmarés de Onana con el Ajax

Siempre considerado como una opción más para sacar el cuero desde atrás, sus compañeros respiran con tranquilidad con la sombra de Onana resguardando su dorso. Amparado por una filosofía de fútbol emparentada con la del Barça, el guardameta africano guarecerá una temporada más los tres palos del Johan Cruyff Arena. A sus espaldas se hospedan 148 encuentros defendiendo los colores del Ajax, todo un hito para un rebelde que despojaba sus vestiduras azulgranas para seguir alzando el vuelo con destino a la gloria.