Corría el año 1999, más concretamente un 20 de junio. Finalizado el Valencia - Mallorca, los jugadores se miraban nerviosos. Con un Mallorca derrotado, Mestalla aguanta la respiración con los transistores activados. Después de unos minutos, Díaz Vega señala el final en Vigo y el Valencia se clasifica por primera vez para la UEFA Champions League. La afición enloquece en las gradas, se celebra con la euforia desmedida de un gol. El momento que cualquier aficionado valencianista llevaba esperando toda la temporada. Carboni se quita la camiseta y empieza a correr por todo el campo, esta vez no era para ir al corte de un balón divido, sino para celebrar que el equipo que él defendía viajaría por toda Europa. Claudio López sonríe, Farinós hace el avión... y Ranieri se marcha a vestuarios llorando. Lo habían conseguido. 

El partido transcurrió con cierta tranquilidad para el equipo che. Mestalla se encontraba con un ojo puesto en el Valencia - Mallorca y el otro puesto en Vigo. La primera alegría llegó a cientos de kilómetros, cuando Solari marcaba para en Vigo. El teatro de los sueños de la Av. Suecia se permitía soñar. Era una de esas tardes de domingo, con múltiples partidos a la vez, en la que el aficionado tenía el corazón en un puño. De repente en Mestalla, Illie llegó a un rebote y marcó casi sin tensión. En el Mallorca, Engonga tocaba con arte, Ibagaza gambeteaba, aunque sin profundidad, y Stankovic parecía ya de vacaciones.

En la segunda parte el Mallorca seguía proponiendo fútbol, pero con más intención que logro. A los pocos minutos Mendienta marcaba un cabezazo a centro del Piojo. Claudio rozó el tercero. El voleón se fue alto, pero Ilie estuvo en el sitio para acercar el balón a la red en el minuto 66. Todo esto era el principio del fin. Mestalla se puso en pie cuando Ranieri sentó a Claudio López. Después de alguna ocasión que otra, Mestalla se convirtió en una fiesta. Las radios confirmaban la noticia, el murciélago volaría en la Champions. 

Todo lo que pasó después de aquella tarde es parte de aquel cuento de hadas que el Valencia hizo realidad. 2 finales de Champions, varias ligas, una Uefa Europa League y miles de recuerdos que pertenecen al mejor Valencia de toda la historia. Todas esas noches de gloria tuvieron origen en 1999, el día que el Valencia se clasificó para la competición del balón de las estrellas. 

La Champions vuelve el miércoles a Mestalla, pero la historia de las noches europeas comenzó en aquel 20 de junio de 1999.