El balón estaba a punto de rodar a las 16 horas del pasado domingo ante el Atlético de Madrid del "cholo" Simeone. En el videomarcador del José Zorrilla quisieron recordar que un viejo conocido de los pucelanos soplaba las velas ese mismo día. Vicente Cantatore cumplía 84 años, y en la ciudad vallisoletana muchos se siguen acordando del que probablemente haya sido el mejor entrenador en la historia del club.
El técnico chileno, nacido en Rosario (Argentina), llegó en la temporada 1985-86, para dirigir a un Real Valladolid con jugadores de la talla de Fenoy, Yáñez, Moré, Eusebio... No obstante, cuando comenzaba su segundo año en el equipo pucelano, decidió presentar su dimisión por un enfrentamiento con el presidente de la entidad motivado por la falta de refuerzos en la plantilla. Sin embargo, en abril de 1987 se anunció su regreso al Valladolid para las dos siguientes campañas. En la segunda, llevó al equipo a jugar la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid, en la que perdieron por 1-0.
En la campaña 1995-96 regresó una vez comenzada la segunda vuelta de la Liga a un Real Valladolid que ocupaba el último lugar de la clasificación a cinco puntos del penúltimo, la U. D. Salamanca, equipo al que venció por 1-0 en el partido de su estreno en esta nueva etapa como técnico pucelano. En la última jornada, el cuadro vallisoletano consiguió salvarse del descenso tras una victoria por 3-1 frente al Real Betis Balompié en el estadio José Zorrilla. En la temporada 1996-97 logró clasificar al Valladolid para jugar la Copa de la UEFA por segunda vez en su historia.
Alguno recordará lo que pasó el 16 de septiembre de 1997 durante el programa de la COPE, Supergarcía. El vicepresidente del club, Marcos Fernández (que sustituía a su padre, presidente del club, debido a una enfermedad) destituyó en directo a Vicente Cantatore tras una discusión acerca del contrato del técnico con la entidad vallisoletana. Ahí acabaría su última etapa como entrenador del equipo blanquivioleta.
Esta y muchas más anécdotas, fueron las que nos dejó un hombre singular como lo es Don Vicente Cantatore, hombre al que la afición pucelana sigue recordando su figura con mucho cariño.