El TAD anunció ayer la decisión de retirar la tarjeta amarilla que Casemiro recibió en el encuentro ante el Villarreal. Una muy buena noticia que supone todo un alivio para Zidane que se veía obligado a alinear al brasileño en Mallorca ante las bajas en el centro del campo de Modric y Kroos.

El Real Madrid recurrió al Tribunal dicha cartulina amarilla visto por Casemiro en la jornada tres en el Madrigal y en la resolución, el TAD argumenta que "el examen de la imágenes evidencia el error contenido en el acta arbitral y por tanto la realidad de la versión que ofrece el club recurrente, siendo las imágenes de meridiana claridad, procediendo la estimación del motivo".

Esta circunstancia suponía un riesgo mayor, ya que el centrocampista brasileño estaba a una sola tarjeta de acarrear suspensión y, de haberla visto ante el conjunto balear, se hubiera perdido el clásico de la próxima semana, siendo aún una incógnita la disputa de dicho partido. Además de este riesgo, otro factor que influía en la posibilidad de que el técnico francés decidiera rotar y dar descanso a Casemiro era el cansancio del brasileño tras viajar con su selección y disputar dos partidos amistosos.

Ahora, con las dos bajas importantes del centro del campo y el menor riesgo de una posible pérdida de Casemiro para el clásico, todo apunta a la titularidad de medio defensivo.