El Madrid consiguió terminar la fase de grupos con el mejor sabor de boca posible. Los blancos parecen estar recuperando su estado de forma poco a poco, y lo han demostrado en una de sus competiciones favoritas. Una de las mayores esperanzas del madridismo, Rodrygo, fue el encargado de inaugurar el marcador en el minuto 53. El joven tiene muchas ganas de triunfar en el conjunto merengue, y lo reitera cada vez que salta al verde. Tan sólo dos minutos después, los belgas volvieron a poner en tablas el marcador, pero tampoco duró demasiado este resultado. Otra de las promesas que se están formando en Chamartín, Vinicius, quiso espantar de un plumazo esos fantasmas que parecen acecharle cada vez que se acerca a la portería rival.

Pero aún faltaba un gol más por celebrar, Luka Modric, en el tiempo de añadido, también quiso poner su firma en el marcador, y cerró el encuentro con un 3-1 que deja buenas sensaciones en el último partido de fase de grupos de la Champions League. El '10' pasó por zona mixta tras la victoria y sobre el partido el croata dijo que tenían que entrar bien al campo, jugar y bien y ganar, y que habían jugado bien y ganado. Añadió que en primer tiempo no hubo tanta fluidez pero que no se había jugado mal.

El Madrid espera rival para los octavos de la Champions, y el croata comentó que daba igual quien tocara, porque ya no había partidos fáciles, que estaban felices de estar en el sorteo.

Luka admitió que el equipo estaba con mucha confianza y que esperaban mostrarlo en los próximos partidos: "Viene una semana muy difícil y queremos terminar el año fuerte."

El croata finalizó la entrevista hablando sobre su gol, exclamando que siempre es bonito marcar goles.