"Estábamos en la UVI..."

No hay mejor manera de empezar que con el famoso discurso de 'Don Manuel' en uno de los balcones del Benito Villamarín, justo después del ascenso conseguido en 1994: "Estábamos en la UVI. Nadie daba un duro por nosotros. Yo os entrego a ustedes un Betis libre, limpio, en Primera, de ustedes. ¡Viva el Betis!", gritaba el máximo mandatario del club.

Sin duda una de las 'historias loperianas' más populares y conocidas por todos, carne de bromas y de imitaciones por béticos y no béticos.

El 'fichaje' de Joaquín por el Albacete

Lopera mandó a Joaquín hasta el Carlos Belmonte de Albacete cuando su fichaje por el Valencia estaba ya casi cerrado, todo ello debido a una cláusula de su contrato que permitía a 'Don Manuel' enviar al portuense a cualquier club. El actual capitán bético, consciente del enfado del presidente, decidió ir hasta la localidad manchega con un notario para dar fe de su presencia allí, con el objetivo de calmar al por aquel entonces máximo mandatario. Éste finalmente le dejó marchar a Valencia.

La fiesta de Halloween en casa de Benjamín

El 31 de octubre de 2001, Benjamín Zarandona hizo en su casa una famosa fiesta de Halloween, en la que estuvieron presentes los jugadores de la plantilla verdiblanca y algunas chicas. Lopera se acabó enterando del panorama y no dudó en presentarse allí junto a Juande Ramos, el míster. Los jugadores se quedaron descompuestos, y Denilson hasta se planteó escapar por la ventana.

Capi y el propio Benjamín, contaron en su momento algunas anécdotas de ese día, dejando claro que fue un auténtico show.

El busto de Lopera en el palco del estadio

Con motivo del centenario verdiblanco, el club otorgaba un monumento a la afición a todos sus rivales, en la sala de trofeos y junto al busto de Lopera. El Sevilla se negó; 'Don Manuel' prohibió la entrada de Del Nido al palco del Villamarín y cuando se sentó (la RFEF no dejó que le vetara el acceso), colocó su busto en el asiento de detrás del sitio que ocupaba presidente sevillista.

Foto: Real Betis
Foto: Real Betis

El detective privado de Joaquín

Lopera optó por vigilar al joven talento del Betis a sabiendas de su gusto por la juerga y el 'cachondeo', para evitar que se perdiera. El portuense salía más de la cuenta, cosa que el detective quiso tener en cuenta a la hora de cobrar su sueldo: "Llevo cinco días sin ver a mi familia", le dijo éste al presidente.

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