El 13 de mayo de 2012 fue la última vez que un lince vistió la elástica blanquilla. Lo hizo en Getafe, donde el club maño, por aquel entonces a las órdenes de Manolo Jiménez, consiguió la permanencia en Primera División después de una segunda vuelta épica. Una semana antes, el 5 de mayo de 2012, el lince se había despedido de La Romareda, sabiendo que aquel partido contra el Racing sería para él el último como local. Pero se marchó a lo grande, anotando en el minuto 78 el gol de la victoria. Un gol que pareció fraguarse en silencio y a cámara lenta, pero que hizo enloquecer a todo un estadio que, minutos antes, se veía con pie y medio en Segunda División. Un lince que se formó en la Ciudad Deportiva, que se fue y que volvió, que conquistó con sus goles el Bernabéu y que logró la salvación en Valencia y Getafe con el 17 a la espalda. Un lince llamado Ángel Lafita.

Lafita celebra un gol | Foto: Agencia EFE
Lafita celebra un gol | Foto: Agencia EFE

Lafita dio el salto al primer equipo en la temporada 2005/2006 de la mano de Víctor Muñoz. En España, además de jugar en el Real Zaragoza, defendió los colores de Deportivo de la Coruña y Getafe, y en 2016 puso rumbo a los Emiratos Árabes, donde conquistó dos títulos con el Al-Jazira. El 2 de abril de 2018, el lince anunció oficialmente su retirada.

Antes de que usted y su hermano pateasen balones en la Ciudad Deportiva, su padre, Juan Ángel Lafita, ya jugó con el Real Zaragoza en Primera División. ¿Qué supone para su familia el Real Zaragoza?

Es una forma de vida. Un sentimiento que desde que naces lo llevas en la sangre, como si fuera parte de tu ADN. Por cualquier parte del mundo a la que he ido, cuando escucho Zaragoza, ya sea como ciudad o como club, siento un gran orgullo por mi tierra.

28 de agosto de 2005. Se cumple el minuto 85 en el Vicente Calderón, se retira Sergio García y entra usted en el último cambio del partido. ¿Cómo recuerda su debut en Primera División?

Tuve la “suerte” de cumplir el sueño que desde niño siempre perseguí, y digo suerte entre comillas porque apenas creo en ella. En lo que creo es en el sacrificio que cuesta conseguir lo que te propones y en todo lo que dejas de hacer por el camino simplemente por intentarlo, sin saber que habrá al final, esa es mi definición de “suerte”.

Tras un inicio de temporada sin demasiada participación en los terrenos de juego, llega su debut en casa contra el Racing de Santader el 27 de octubre de 2005. ¿Qué sintió al pisar el césped de La Romareda por primera vez?

Mucha responsabilidad. Siempre lo había visto desde la grada y no tiene nada que ver cuando estás dentro, pero siempre me ha gustado depender de mí, por tanto, lo único que debía hacer era disfrutar, pues cuando disfrutábamos en el campo significaba que la afición se lo estaba pasando bien.

Su primer gol con el Real Zaragoza llega en la jornada 14 de la temporada 2006/2007, curiosamente contra el Racing. ¿Qué sintió en ese momento?

Me quité un peso de encima muy grande. A partir de ese momento, todo fue más fácil.

Después de dos temporadas en Primera con el Real Zaragoza, ficha por el Deportivo de la Coruña. ¿Fue difícil tomar la decisión de marchar?

Nunca es fácil tomar la decisión de marchar de tu ciudad, quien se ha visto en esa tesitura me entenderá perfectamente, pero era el momento, venía gente con mucho nombre y las posibilidades de jugar se reducían constantemente, por tanto, tomé la decisión de salir y acerté. Dispuse de la confianza del entrenador y de los minutos necesarios para hacerme como jugador, hasta el punto de jugar Europa. Fue un crecimiento muy grande como profesional y en poco espacio de tiempo.

Ángel Lafita durante un encuentro con el Deportivo de la Coruña | Foto: Agencia EFE
Ángel Lafita durante un encuentro con el Deportivo de la Coruña | Foto: Agencia EFE

Allí consiguió desplegar su mejor fútbol. Logra el noveno y el séptimo puesto en Liga en sus dos temporadas en Coruña ¿Qué destaca de sus años en Riazor?

La alegría con la que jugaba. Teníamos la confianza de ir a cualquier campo sabiendo que podíamos ganar. Fueron años muy bonitos y de los que guardo un buen recuerdo.

En 2009, con el mercado estival prácticamente a punto de cerrarse, el Real Zaragoza ejerce la opción de recompra y vuelve a vestir la blanquilla. ¿Cómo vivió ese último día de mercado?

Al teléfono constantemente y sin saber qué iba a pasar. No fueron días fáciles. Si se hubiera hecho todo antes y mejor, nos hubiéramos ahorrado todo lo que a futuro pasó.

En su segunda etapa en Zaragoza, el equipo logra la salvación in extremis en Valencia contra el Levante y en Madrid contra el Getafe. ¿Cómo vivió esos partidos?

Como si hubiéramos ganado un título. Conseguir la permanencia cada año tal y como se había dado el transcurso de la temporada, te aseguro que fue un auténtico logro.

Lafita, Cristiano Ronaldo y Ander Herrera pugnan por un balón | Foto: Zimbio
Lafita, Cristiano Ronaldo y Ander Herrera pugnan por un balón | Foto: Zimbio

¿Con que etapa se queda? ¿La primera o la segunda?

No son para nada comparables. En la primera era un chaval que tenía mucho por hacer y en la segunda vine siendo un jugador totalmente hecho que ya había demostrado todo lo que era capaz de hacer.

En 2012 se marcha al Getafe. ¿Qué motivó su salida del club?

Salir, muy a mi pesar, era una decisión que inevitablemente tenía que tomar, por tanto elegí el club que más creyó en mí y tampoco me equivoqué. Tanto el club como su afición se portaron extraordinariamente en todo momento y así se lo he agradecido siempre.

Permanece 4 temporadas en el Getafe y firma con el Al-Jazira de los Emiratos Árabes. ¿Disfrutó de su etapa en el extranjero?

Sí, mucho, y no solo en el ámbito profesional, también en el personal junto a mi mujer y mis dos hijos. Fue una experiencia de constante crecimiento personal que tuvimos la “suerte” de vivir gracias al fútbol.

Lafita posa con la elástica del Al-Jazira | Fuente: Yahoo Sports
Lafita posa con la elástica del Al-Jazira | Fuente: Yahoo Sports

Allí ganó la Copa del Presidente y la Liga Árabe del Golfo. ¿Tiene la espina clavada de no haber conseguido algún título con el Real Zaragoza?

Por supuesto, pero nunca me gusta echar la vista atrás y pensar en lo que hubiera podido conseguir, prefiero ver lo que he conseguido y todo lo que me queda por hacer, eso me hace sentir bien.

¿Quién ha sido el entrenador que más le ha marcado como futbolista?

Sería injusto decir uno, porque la gran mayoría me han aportado muchas cosas, pero al que le estaré eternamente agradecido es a Víctor Muñoz, ya que él me permitió dar ese primer paso para poder llegar a conocer al resto de entrenadores.

¿Su mejor gol? 

Por importancia, los dos del Bernabéu con el Real Zaragoza y los 2 del Camp Nou con el Getafe. Por bonito, el del Benito Villamarín con el Depor.

En la temporada 2006/2007 coincidió con Víctor Fernández en los banquillos. ¿Cómo definiría al actual técnico del Real Zaragoza?

Como entrenador, un hombre con mucha experiencia y con una versión de entender el fútbol muy contrastada. Como persona, buena gente.

La última, ¿conseguiremos el ansiado ascenso?

¡Este debe ser el año! Con humildad y fe lo conseguiremos, sin duda.