Actualmente piloto del campeonato de Turismos Argentino, Mariano Pernía no separa el deporte de su vida. En España pasó la mayor parte de su carrera, estrenándose en el Recreativo de Huelva, saltó al Getafe, equipo donde explotó y que le abrió las puertas de la Selección Española. Posteriormente, pasó al Atlético, manteniéndose cuatro temporadas, hasta que se marchó, primero a Uruguay y después a su país natal, Argentina, donde se retiró. Sigue vinculado al mundo del fútbol como coordinador de cantera del Club Atlético Los Andes, y se prepara para ejercer como entrenador en un futuro.

Pregunta: ¿Cómo está llevando el confinamiento?

Respuesta: Lo llevo bien, a pesar de haber estado muy vinculado al deporte, cuando me dedicaba al fútbol llevaba una vida muy tranquila. Una vez salía del entrenamiento, regresaba a casa y no salía, por lo que la situación no me está afectando en exceso. Además, en Argentina aunque no podemos salir al aire libre a hacer deporte, en cerrado sí se puede, y en la urbanización donde vivo nos juntamos gente de todas las edades y jugamos al fútbol. De hecho, no jugaba tanto desde que me retiré.

P: La crisis sanitaria por el COVID-19 ha paralizado todas las actividades deportivas, en su caso, el automovilismo al que se dedicaba desde que colgó las botas.

R: Actualmente compito en el campeonato de Turismo Nacional, en el TC3. Son coches de serie pero adaptado para las carreras en circuitos. El mundo del motor, en concreto, los coches son muy seguidos en Argentina; hay circuitos en los que llegan a asistir 40.000-50.000 espectadores y en televisión, tienen un buen rating de audiencia. Me he involucrado recientemente en un proyecto con el Club Atlético Los Andes, histórico del fútbol de acá, para dirigir la cantera, desde las categorías más inferiores hasta su salto al primer equipo.

P: ¿Tiene pensado en algún momento saltar a los banquillos?

R: Ahora mismo me encuentro preparando el curso de entrenador. No es algo a lo que tenía pensado dedicarme según me retiré, me parece una profesión en la que se disfruta menos del fútbol si lo comparas con ser futbolista, a la vez que no es tan gratificante. Puedes haber preparado y trabajado un partido durante la semana, pero a la hora de la verdad,cualquier acción puntual puede tirar ese trabajo. Sin embargo, me ha ido atrayendo poco a poco con los años y ahora, no me importaría dedicarme a los banquillos.

Me fijo mucho en entrenadores como el Cholo Simeone o Bordalás, que son capaces de sacar el mayor rendimiento a sus equipos, y lo más importante, tener un punto de intensidad alto en todos los partidos, asunto que se debe trabajar en los entrenamientos y que no es fácil de conseguir que se mantenga en el tiempo. Ese es el verdadero mérito de los dos, sacar a sus jugadores lo máximo durante un periodo prolongado, hasta cuando no juegan los ves integrados y comprometidos con el equipo, no muchos técnicos son capaces de esto.

Creo además que el entrenador debe adaptarse al plantel que tiene, se puede tener un cierto estilo, pero lo que más te va a marcar la manera de jugar, son los futbolistas. De esa capacidad de adaptación va a depender mucho del éxito de un entrenador.

P: ¿Hay un míster que tenga como referente?

R: Tuve buenos técnicos, pero si me debo quedar con uno es Luis Aragonés. Conseguía un ambiente en el vestuario único, y eso, proporciona al futbolista comodidad. Era como un amigo, serio cuando la situación lo demandaba, pero luego en momentos más relajados era el primero que hacía bromas. A mí me marcó mucho cuando me llevó a la selección, en esos casi dos años que compartimos juntos.

P: En Getafe vivió una de sus mejores épocas como futbolista, la afición conserva un gran recuerdo de usted e incluso,  recientemente le han escogido como el mejor lateral izquierdo azulón de la historia, ¿qué recuerdos tiene?

R: Fue una etapa excelente. Desde el momento en el que llegué, te hacen sentir arropados. Ángel Torres hace que el futbolista se encuentre cómodo, que no le falte de nada, las puertas del club siempre estaban abiertas en todo momento, y es algo de lo que no todos los clubes pueden presumir. A nivel deportivo, llegué en el estreno del club en Primera División, con varios jugadores nuevos, un entrenador en su primera experiencia profesional, pero todo salió a la perfección. No solo es que no salváramos con varias jornadas de antelación, si no que realizamos un buen fútbol.

P: Tras ello, llega su segunda campaña en el club y hace un año espectacular.

R: Ese año todo salió bien, muy rodado. A nivel personal, fue la mejor campaña de mi carrera. Me abrió las puertas de la selección española, que me valió para debutar en un Mundial, algo increíble. Con el equipo tuvimos un año espectacular, consolidados desde el primer momento.

P: ¿Cuál o cuales fueron los jugadores con los que tenía una mayor compenetración en el campo?

R: Por cercanías en las posiciones sobre el campo, uno de ellos fue Diego Rivas, que jugaba de “5” e hizo una temporada espectacular. Con Matellán que era central también había afinidad, pero con el que no hacía falta ni intercambiar palabra para saber que iba a hacer cada uno era Gavilán. Formamos una gran pareja por la izquierda.

P: ¿Cómo ve al Getafe ahora?

R: Lo están haciendo muy bien, tanto en Liga como en Europa. No es fácil competir en Europa y no dejarse llevar. Ha habido muchos clubes que han ido a Europa y han acabado sufriendo para mantener la categoría. Eso le pasó al Getafe en su primera experiencia y aprendieron de ello. A pesar del desgaste por jugar Europa League, han seguido en Liga al mismo nivel que el año pasado y tiene mucho mérito.

P: De este Getafe, ¿a qué jugador destacaría?

R: A Cucurella. Es un chico al que todo lo que se propone sobre el campo le sale. Está a un nivel muy alto y tiene mucha proyección.

P: Del Getafe saltó al Atlético, posiblemente uno de los pasos más importantes de tu carrera.

R: Sí, fue uno de los más importantes junto a jugar el Mundial con la selección española o cuando me vine a jugar a España que fue cuando mi carrera empezó a progresar. Llegué a un Atlético muy diferente al de ahora. Llevaba 12 años sin clasificarse a Europa, y Miguel Ángel Gil Marín fue claro a los que llegamos ese año, el objetivo era llegar a Europa. Lo conseguimos a la primera, compitiendo primero en la Europa League y después a la Champions League. Jugar cuatro años en un club con tanta historia como el Atleti fue algo muy bonito, el equipo fue progresando, conseguimos la Europa League y pusimos una base en cuanto a nivel de competitividad, que con la llegada de Simeone terminó de explotar.

P: Ese gran año al Getafe le abrió las puertas de la Selección y del Mundial de Alemania, ¿cómo fue esa experiencia?

R: Yo me encontraba en Buenos Aires tras haber acabado la temporada, pero atento al teléfono porque sabía de las molestias de Asier Del Horno y que me encontraba entre los posibles candidatos a sustituirlo junto a Joan Capdevila. Una noche a las 3-4 de la madrugada argentina, siendo en España de mañana, me llamó la secretaría de la Federación y me pasó con Luis para anunciarme que estaba convocado. Cogí el primer avión que pude dirección Madrid y llegué a la concentración. La acogida fue espectacular por parte del grupo. Se habla mucho de la calidad técnica o táctica, pero lo que más destacaba era la calidad humana. Hicimos un gran fútbol, pero quizás la cita llegó pronto para muchos de los chicos por su juventud, y nos cruzamos con una Francia muy madura, que a pesar de no haber hecho una gran primera fase nos sacó del campeonato. Y en una cita de este estilo, como luego se vio con España en el 2010, el inicio no es tan importante, de hecho, una derrota viene hasta bien.

Luego seguí formando parte de la selección durante casi dos años, hasta meses antes de la Eurocopa 2008. Disfruté mucho de los éxitos de la selección, más habiendo sido parte de esa evolución desde el Mundial de 2006.

P: Para cerrar, ¿Cómo definiría su carrera en el fútbol?

R: Fue un sueño. Viví experiencias que muy pocos llegan a disfrutar, me siento un privilegiado por ello, aunque sacrifiqué y trabajé mucho para llegar a ello. En Argentina, se estima que un 1,6 % de los niños que empiezan a jugar en las canteras llegan a ser profesionales, y de ese pequeño porcentaje, tan solo un 1% es internacional. Somos muy pocos los que hemos llegado tan arriba, es algo muy difícil, haber llegado a disputar un Mundial es algo casi inimaginable.