Hace ya un año que el delantero rojiblanco anunció que se retiraría a final de esta campaña. Tiempo después, sumergidos en la crisis por el COVID-19 que paralizó a todo el país y que frenó la competición, los aficionados mantuvieron la esperanza de poder alargar la estancia del ariete un tiempo más. Siempre se cree que queda más tiempo, pero todo se acaba. Es lo que tiene el mundo del fútbol, donde los remates, los goles o las celebraciones tienen fecha de caducidad. Acciones que forman parte de este deporte pero que Aritz ha realizado como el que más, hasta que su cadera ha dicho basta y se ha visto forzado a decir adiós a su amada profesión como jugador.

Su retirada no hace más que agrandar su leyenda. Un mito de trayectoria remarcable. Con un palmarés no muy destacable, cuantitativamente, pero de valor excelso. Pues en los tiempos que corren, hoy en día, nos es tarea fácil ganar a equipos como el Barça, a doble partido y marcando cuatro goles, nada menos. Aquella Supercopa como único trofeo en su haber y muy significativo. Sin embargo, su carrera está repleta de sucesos interesantes que han dado forma a lo que hoy representa Aritz Aduriz para el fútbol y para su Athletic, en particular.

Aritz, el zorro, Aduriz

Eterno obrero del gol, quizás los más jóvenes apenas conozcan sus orígenes. A Aritz, no le regalaron nada y tuvo que forjarse una carrera en el fútbol alejado de los focos y cámaras constantes. En sus inicios, liberado de la manada, recaló en el Burgos donde pronto amenizó  las tardes en El Plantio con sus goles a la afición burgalesa. Una temporada le bastó para llamar la atención, tras sus 16 goles, del cuadro de Pucela. El José Zorrilla le esperaba  y su fichaje no defraudó. 

Un año y medio más tarde, el Athletic, que no atravesaba un buen momento,  decidió  volver a repescarle. Se encontró en un Athletic  en transición en el frente ofensivo, pues convivió con los últimos coletazos de Urzaiz y la irrupción de un joven Llorente.

El físico que hoy le lastima, es el que le permitía forcejear con las zagas rivales. Delantero fuerte, agresivo, batallador, imponente por arriba y, principalmente, certero en el área. A todo ello, unía una astucia insuperable que le hacía ser imprevisible para obtener ventaja ante sus defensores. Fue entonces cuando el famoso periodista y narrador deportivo, José  Iragorri, que en paz descanse, bautizó a Aritz Aduriz como "el zorro" en sus célebres celebraciones de gol al grito de "bacalao, bacalao". 

Aduriz en su segunda etapa en Bilbao | Foto: Web oficial del Athletic Club
Aduriz en su segunda etapa en Bilbao | Foto: Web oficial del Athletic Club

El curioso caso del Benjamin Button rojiblanco

Lo más normal y evidente en el deporte es que los años pesen como losas y que las carreras vayan cuesta abajo con los años. Sin embargo, si alguien se empeño en defenestrar esta evidencia fue Aritz Aduriz. Como el buen vino que con los años mejora, el caso del delantero se puede asemejar al suceso de la pelicula de Benjamin Button. "No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser".

Se desconoce si Aritz se motivó con aquella película, pero esa frase se la tomó al pie de la letra, ya que, tras su regreso a Bilbao, con 31 años, Aduriz tiró la puerta abajo. Asimismo, sus datos en su tercer etapa como rojiblanco son escalofriantes. En sus últimas ocho temporadas ha disputado 313 partidos en los que ha anotado 149 dianas, una media de 0,47 goles por partido. 

Por si esto fuera poco, durante estas ocho temporadas el Athletic consiguió un buen puñado de clasificaciones europeas entre ambas competiciones UEFA. Este hecho le ha posibilitado al delantero donostiarra convertirse con 34 goles en el máximo goleador en competiciones europeas del club. Además, en la temporada 2017-18 se proclamó, junto a Ciro Immobile, máximo goleador de la UEFA Europa League con 8 tantos. Esa misma campaña anotó su manita, particular, en un partido de UEFA Europa League al Genk, belga, y se convirtió en el primer jugador en marcar cinco goles en un partido de la Europa League.

Aduriz, anotó 5 goles en San Mamés en la UEL | Foto: Web oficial del Athletic Club
Aduriz, anotó 5 goles en San Mamés en la UEL | Foto: Web oficial del Athletic Club

Una demostración de amor

Otro caso curioso en su trayectoria es la presencia en tres ocasiones distintas en el Athletic Club. De su salida en 2003 con dirección Burgos; su posterior regreso en el invierno de 2006 de Pucela; una nueva salida con destino a las Islas Baleares, debido a la dificultosa situación económica que atravesaba el club en 2008; a su regreso, definitivo, en 2012 con 31 años desde Valencia. Una demostración incondicional de fé y amor a la institución rojiblanca. 

Quizás, aquella venta al Mallorca, tan polémica entre la afición rojiblanca, pudo ser el fin de una relación que de no haberse reencontrado, una vez más, la carrera de Aritz no hubiese tenido el sentido que merece.

La despedida

Todo no dura para siempre. El momento más amargo en la corta vida de un futbolista es la despedida. En este sentido los aficionados siempre se preguntan si están preparados para acometer tal situación, pues no todos los días se va un jugador tan querido y admirado.

Solo hace falta ver sus estadísticas para que a más de uno no se le ponga "la piel de gallina". Sus recuerdos mas felices siempre estarán ligados al club bilbaino, con quien ha anotado la friolera de 172 goles en 407 partidos, siendo el sexto jugador mas anotador de su historia.  Nada más lejos de la realidad, Aritz ha dejado una huella imborrable entre los equipos en los que ha militado, cuyos aficionados han podido verle perforar la red en más de 200 ocasiones.

Hoy en día, a cualquier aficionado le hubiese encantado ver al delantero despedirse pasando, rematando y anotando que es lo que mejor saber hacer. Sin embargo, su cuerpo ha dicho basta y el quirófano le espera para arreglar sus "malditos" problemas que lleva arrastrando en la cadera. Esas molestias con las que anotó su gol de despedida frente al FC Barcelona en la primera jornada de la actual liga. Un tanto que refleja, en un solo gesto, toda su carrera. Su voracidad, empuje y determinación que le han llevado a convertirse en la realidad de hoy en día.

Se despide del fútbol y de su querido Athletic. Un delantero de época y coronado como el mejor delantero, del club bilbaino, del siglo XXI.

Ultimo de Aduriz en San Mamés frente al Barça | Foto: Web oficial del Athletic Club
Ultimo de Aduriz en San Mamés frente al Barça | Foto: Web oficial del Athletic Club