A sus 39 años, Tiago Mendes ha concedido una entrevista al Tribuna Expresso de Portugal para repasar toda su trayectoria profesional y personal. Comenzó a jugar en el Vianense de su ciudad donde pasó un tiempo pero lo dejó para pasar un año jugando al balonmano.

 “Un año después, mi tío, que está entrenando a los jóvenes de Âncora Praia, me invita a ir a entrenar con él. Seguía jugando balonmano, estaba en la federación de balonmano, pero comencé una o dos veces por semana a ir a entrenar fútbol. Y ahí fue cuando realmente di el gran salto. A los 15 dejé el balonmano y definitivamente fui a Âncora a jugar fútbol”, afirmaba. De allí saltó al Braga donde debutó con solo 18 años. “Fue increíble. Empecé a ganar dinero en el fútbol cuando fui a Braga, a los 16 años. 200 euros. Recuerdo ir a almorzar a menudo con mi novia. Poder picar y darle un pequeño regalo fue increíble. Lo que hice después fue ahorrar dinero para comprar una casa”, comentaba.

Tiago empezó a crecer: Benfica, Chelsea, Juventus…hasta llegar al Atlético donde, a día de hoy, sigue su huella. A pesar del interés del Tottenham, él lo tenía claro: “Quería ir al Atlético, porque la familia no quería volver a Inglaterra”. Y, aunque esa primera intención no salió, llegó un poco más tarde, cuando pidió a la Juventus que quería irse en el mercado de invierno. “El Atlético de Madrid estaba en un momento difícil pero quería irme a España. Decidí arriesgarme y partir. Me fui prestado hasta el final del año, pero terminé quedándome hasta el final de mi carrera”.

La felicidad era el Atlético 

“Desde el primer día fue espectacular. El Atlético estaba en la segunda parte de la tabla de la liga y aquí abajo”. Y recalca lo especial que fue que “tan pronto como empiezo a calentar, los hinchas inmediatamente comienzan a cantar por mi nombre, sentir ese afecto sin siquiera usar su camiseta, eso llenó mi ego de inmediato”, comentaba. 

Pero la siguiente temporada fue más complicada porque tuvo que regresar a la Juve. “Sólo hice la pretemporada. Entrené solo, lejos del primer equipo. Entrené por la mañana y por la tarde. Sabían que no quería quedarme allí. Yo quería ir al Atlético. Obviamente ganaba mucho menos, perdí dinero, pero preferiría ir al Atlético y ser feliz”, dijo.

La etapa de Quique

Para el portugués fue una etapa en la que disfrutó mucho ya que eran muy valorados a pesar de que fue un momento complicado por los egos de dentro del equipo. “Me gustó mucho. Sentí que siempre fui un jugador importante para él. Un entrenador que tampoco tuvo una vida fácil, había muchos egos en ese equipo”.

La etapa Simeone

“Fue el entrenador que más me marcó en mi carrera. Porque había un tipo de liderazgo con el que me identificaba mucho. En un momento en el que ya estoy pensando en ir a una liga menos competitiva, él me convence de volver a ser un jugador importante. Y me marcó mucho. Fueron mis últimos años los que me marcaron mucho como jugador y que en este momento me dan ganas de ser entrenador”, afirmó.

Sobre el momento en el que parecía que iba a volver al Chelsea, deja claro que fue Simeone quien le hizo volver con tan solo una llamada. Y por último, el momento de la retirada. “Decido ponerle fin cuando mi último año es de sufrimiento. Porque me fracturé la pierna en noviembre de 2015 y hasta el final de la temporada juego diez minutos. Luego todavía voy al banquillo en la final de la Champions League, casi como un premio por haber logrado recuperarme. Y al año siguiente juego otra temporada. El Atlético me ofreció la renovación por otro año sin saber realmente cómo estaba. Juego otro año pero estaba sufriendo”. Pero eso no hizo que dejara el club porque siguió por unos meses más en el cuerpo técnico de Simeone. 

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