Después de la tormenta, siempre llega la calma, y es que tras un día lunes de tantas turbulencias en el conjunto ché, ya las cosas este martes parecen estar un poco menos convulsas y con las cosas más claras.

A pesar que esta temporada ha sido más de sombras que de luces para el Valencia, el equipo que manejó Celades hasta ayer, mantuvo una racha positiva como local, donde sus dirigidos pudieron conseguir nueve victorias y siete empates sin derrotas en el coso de la capital.

Es verdad que los resultados como visitantes no acompañaron al técnico catalán, donde el equipo consiguió solo 12 puntos que se traducen en tres victorias y tres empates con diez derrotas que dejaron al equipo en la octava posición del campeonato liguero y muy lejos de las posibilidades de clasificar a la UEFA Champions League, aunque matemáticamente es posible, no depende de sí mismos. 

Ante el Athletic Club, el equipo tiene tiro igualar la racha de la mejor campaña como local de la institución, la misma la habían conseguido en la temporada 79-80, en aquel entonces dirigidos por Alfredo Di Stéfano y con jugadores como Kempes, Tendillo, Ricardo Arias y compañía. En aquella ocasión, el equipo conseguía finalizar la campaña invictos ya que solo se jugaban 17 partidos como local. Con  una victoria o empate sirve para ampliar la racha, e incluso tendrían la oportunidad de mejorarla con dos fechas por delante que le quedan como locales ante Valladolid y Espanyol, partidos accesibles para culminar la campaña invictos en casa. 

El equipo afronta el siguiente partido con la destitución de Celades pero con Voro como apaga fuegos, con la mala noticia de no poder contar con Gayà hasta el final de la temporada pero con la tranquilidad de que Jaume Costa ha cumplido cada vez que ha saltado al engramado.