Que el 'Chacho' Coudet sea el nuevo entrenador celtiña no es casualidad. El argentino ya formó parte de la entidad viguesa en la etapa final del Euro Celta, el modesto equipo que se coló entre los grandes de Europa. 

  • Aquellos maravillosos años: la epopeya del 'Euro Celta'

Corría el año 1995 cuando el empresario pontevedrés Horacio Gómez llegó a la presidencia de un Celta de Vigo que, junto a Sevilla FC, se encontraba al borde del descenso administrativo. Fue, en ese entonces, la presión de afición y club al unísono lo que evitó el desastre. 

Dos años después, bajo la batuta de 'Jabo' Irureta y tras una gran temporada (1997/98), el Celta se clasificaba para la Copa de la UEFA, quedando sexto en liga. 

Fiel a la historia del club, esencia de vicisitudes y sufrimiento (lo que hace aún más grandes sus gestas), la marcha del entrenador irundarra al Deportivo de la Coruña, eterno rival, sería un varapalo importante para la afición al final de esa magnífica campaña. 

Lo que no imaginaban los seguidores vigueses es lo que estaba por llegar: la mejor época nunca vivida en la entidad. 

El aragonés Víctor Fernández tomaría el relevo del banquillo de Balaídos hasta 2002, para escribir una de las páginas más maravillosas de la existencia celtiña: la conquista de la Copa Intertoto 2000, el primer título europeo del entonces apodado Euro Celta, jugando un fútbol atrevido y vistoso

Como no, y apelando a la historia, también hubo lugar a desventuras. Fue en la Copa del Rey 2000/01, donde el Celta se plantaba en la final tras una gran hazaña en semifinales, remontando un 0-1 al FC Barcelona para vencer 3-1 en Balaídos (ida), y sentenciando en el Camp Nou (vuelta) con un tempranero gol de Berizzo

En el Olímpico de La Cartuja, Sevilla, el equipo gallego sufriría un revés importante, perdiendo 1-3 frente al Real Zaragoza, pese a adelantarse con un gol de Mostovói. 

Los jugadores del Celta desolados tras perder la final de la Copa del Rey 2000/01. Foto: Óscar Vazquez (La Voz de Galicia)
Los jugadores del Celta, desolados tras perder la final de la Copa del Rey 2000/01|
Foto: Óscar Vazquez (La Voz de Galicia)

La temporada 2002/03, con Miguel Ángel Lotina como técnico, el club celeste cosecharía sus mejores resultados en liga, quedando en cuarto lugar y obteniendo la clasificación para la máxima competición europea: la Champions League

En esa última etapa dorada, predecesora de un doloroso descenso en 2004, el Celta daría una auténtica lección maestra de lo que significa el arte de defender. La solidez de Cavallero bajo palos, sumada a la seguridad de los zagueros, Cáceres, Sergio y Berizzo, y su gran compenetración con los laterales, Velasco y Sylvinho, forjarían la segunda mejor retaguardia del campeonato. Arriba, hombres como Mostovói, Edú y Catanha harían de los contraataques una arma mortífera, con los que el conjunto de Lotina se convertiría en uno de los equipos más eficaces a nivel ofensivo, extrayendo un alto rédito resolutivo a sus llegadas en el área rival. Todo ello, complementado con el equilibro que Luccin, José Ignacio y Giovanella ofrecían al centro del campo y la creación de juego. 

  • La 'Rianxeira', el cantar de gesta 'celtiña'

Grandes noches vivió el celtismo con el Euro Celta. La ciudad de Vigo respiraba ambiente de fútbol de primer nivel. La afición abarrotaba las gradas de Balaídos, para vibrar con la calidad y los goles de su equipo ante los grandes colosos de Europa. 

Así, llegarían victorias para la posteridad, como el 7-0 al Benfica y el 4-0 a la Juventus de Zidane en la Copa de la UEFA 1999/00, que harían las delicias del hincha celtiña. 

A lo largo de esos años, jugadores de la talla de Claude Makélélé, Gustavo López, Haim Revivo, Dutruel, Mazinho, Karpin, Benni McCarthy o Míchel Salgado (este último, además, formado en A Madroa), entre otros, formarían parte del club celeste y grabarían a fuego sus nombres en la historia de la entidad. 

Valery Karpin (izquierda) y Aleksandr Mostovói (derecha), dos rusos que maravillaron a Balaídos | Foto: ElDesmarque Vigo
Valery Karpin (izquierda) y Aleksandr Mostovói (derecha), dos rusos que maravillaron a Balaídos |
Foto: ElDesmarque de Vigo

Un popular canto, símbolo cultural de Galicia, se extendió aquellos años por la grada de Balaídos, para acompañar las gestas del Celta: A Rianxeira, que hasta día de hoy sigue sonando en las grandes noches del club. Agitando bufandas y banderas, la hinchada la coreaba con fuerza y al unísono, bailando al compás de la melodía. Pronto se convertiría en la banda sonora de toda una época.

  • Coudet, nostalgia europea

16 años después del trágico final del Euro Celta, consumado con el descenso a Segunda División en la temporada 2003/04, la vuelta del 'Chacho' evoca el recuerdo de aquél equipo que ilusionó no sólo a una ciudad, sino a un país entero, durante siete campañas seguidas. 

La última andadura europea de la entidad viguesa fue en la Europa League 2016/17, donde el club se quedó a las puertas de la final, tras un campeonato sensacional y una dolorosa pero memorable derrota en la eliminatoria de semifinales, poniendo contra las cuerdas a todo un Manchester United dirigido por José Mourinho

El Celta se quedó a un gol de lograr el pase a la final de la Europa League ante el Manchester United | Foto:
El Celta se quedó a un gol de lograr el pase a la final de la Europa League ante el Manchester United |
Foto: Diario AS

Dicha proeza se produjo bajo el mando del técnico argentino Eduardo 'El Toto' Berizzo, quien fuera pieza clave en la zaga del Euro Celta y compartiera vestuario, precisamente, con Coudet.

La realidad del fútbol europeo no es la misma de antaño, ni tampoco la de la LFP. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero el espíritu de aquella época sigue muy presente en la memoria del celtismo. Rozando el descenso empezó la etapa dorada del club, si es azar o providencia sólo el tiempo lo dirá.