El Sevilla FC no ha parado de cubrirse de gloria y de alcanzar una y otra vez el olimpo del fútbol europeo en estos años. Sin embargo, es imposible no acordarse del equipo que ganó el doblete en 2007, que dejó una indeleble huella. Copa de la UEFA y Copa del Rey en un año absolutamente de ensueño, otrora inimaginable. Termina la década con el 2020 y en VAVEL.com tenemos el placer de hablar largo y tendido con uno de los jugadores que formó parte de aquel elenco: Fernando Sales

Con él hablamos de la liga que se le escapó a aquel Sevilla FC, de la actual plantilla y de su carrera deportiva, que estuvo repleta de vivencias. Disfruten de este contenido tanto por escrito como en vídeo. 

Pregunta: ¿Cómo está viviendo este contexto de pandemia?

Respuesta: Un poco como todo el mundo; viendo lo que pasa con todo esto y pendiente de los familiares y de gente con patologías. Afortunadamente mi familia y yo no hemos sido castigados. Estoy deseando volver a la normalidad de antes.

P: Lo que cambia un adjetivo. Pese a que sea nueva nunca será lo que todo el mundo quiere:

R: Está claro, esto marcará un antes y después en nuestras vidas. Como cualquier contratiempo, habrá que adaptarse y llevarlo de la mejor manera posible. Ojalá haya suerte esto vaya remitiendo.

P: ¿En qué le ha cambiado la pandemia?

R: No me hables de usted que aún estoy jovencito -ríe-. En relación a la pregunta, creo que los hábitos que teníamos todos. Cuando estamos acostumbrados a salir todos los fines de semana y te cortan el tema horarios, evidentemente influye. Mis hijas, por ejemplo, ahora pasan más tiempo en casa. Yo no puedo ver a mi madre y a mis hermanas con asiduidad. Con las redes sociales y los mecanismos tecnológicos podemos hacer algo, pero no todo el mundo está preparado para eso.

P: Al menos tenemos salud y fútbol… ¿no?

R: Está claro. Lógicamente, no tenemos el fútbol que hubiéramos querido como cuando íbamos al campo. Se ve desangelado, totalmente diferente. No obstante, el hobby de la gran mayoría de gente se puede disfrutar afortunadamente. Además, casi todos los días tenemos partido y se lleva mucho mejor el tema del confinamiento.

P: ¿Cómo ve al Sevilla?

R: Creo que el equipo, después del año pasado, tiene una identidad propia, lo cual no es fácil de conseguir. Para mí Lopetegui está haciendo una cosa muy buena: que la mayoría de la plantilla se sienta importante. El hecho de que haya tantas competiciones supone que entren y salgan muchos futbolistas, los cuales lo están haciendo bien. Creo que el Sevilla, pese a haber pasado un bache de resultados, suele pasar a los equipos que están en Champions. Luego puede darse la paradoja de no tener vacaciones por tener el final de temporada que hemos visto. Es un año raro al que todo el mundo se tiene que adaptar. Son muchos partidos, muy pocos días y los jugadores son humanos.

P: En noches aciagas -como la del Chelsea o la del Valladolid- queda más reflejado que nunca que este deporte no tiene memoria:

R: Totalmente, en este deporte solo existe el presente y el futuro. Ya pasó al inicio de esta temporada, se llegó a poner en duda el proyecto de Lopetegui por unos malos resultados pese a haber ganado una Europa League en agosto. El fútbol es hoy y “mañana será otro día”. El partido a partido, aunque esté de moda, es una realidad 

P: ¿Es corta para ti la plantilla?

R: No lo sé. Ahí, supongo que la dirección deportiva y el cuerpo técnico son los que habrán decidido tener esta plantilla más corta o más larga. Luego no sabes cómo se te va a dar el año. Es verdad que se tuvo la mala suerte de que los dos laterales izquierdos se lesionaron, puede pasar, pero si te pones en ese caso en todas las posiciones tienes que tener una plantilla de 40 futbolistas. El Sevilla lleva muchos años haciendo las cosas bien desde los escalafones inferiores y, para estos casos, está la cantera. Se puede ir dando paso poco a poco a esos chavales que en el futuro serán jugadores del primer equipo.

P: Hablando de canteranos... ¿por qué no es tan habitual verlos en los primeros equipos?

R: Es complicado porque por el momento el Sevilla tiene una plantilla con un presupuesto bastante alto. Evidentemente, es casi imposible que un canterano, si no es un fuera de serie, tenga cabida en el primer equipo. La cuestión está en que ya hay una plantilla de 20-22 jugadores que están para jugar en ese equipo. ¿Incorporar poco a poco a los canteranos al primer equipo? Sí, pero es más complicado en los equipos más grande. Normalmente salen canteranos cuando los equipos bajan a segunda o tienen problemas económicos, son situaciones extremas en las que tienen que jugar sí o sí. Desgraciadamente tenemos los casos de Pozo y Bryan, que están triunfando en el Eibar. Los equipos importantes con presupuestos grandes tienen difícil incorporar canteranos, una de las pocas posibilidades que hay es que salgan del equipo y vuelvan en el futuro, cuando hayan triunfado como Carlos.

P: ¿Y qué hay sobre los canteranos que no triunfan pese a las oportunidades que se les brinda?

R: Cuando subes al primer nivel, las cosas se vuelven diferentes. Estás acostumbrado a tus compañeros y a ser la estrella y de repente pasas de cabeza de ratón a cola de león. Luego el fútbol es un estado anímico, porque hay muchos casos de canteranos que en sus equipos triunfan pero luego fallan al dar el salto. Y uno se pregunta que cómo es posible. La respuesta es que el fútbol es un estado anímico. La confianza que te dé el entrenador, el sistema de juego y que se sienta a gusto son factores que influyen. Es difícil darle a un canterano 10 partidos seguidos en primera, pero lo es aún más que juegue dos o tres ratos.

P: Teniendo en cuenta que muchos afirmaban que el Sevilla podía pelearlo todo a final de temporada... ¿Cuál es el techo del equipo? 

R: Aquí discrepo. La ilusión nunca se pierde, pero si uno va en un Formula 1 y otro tiene un coche utilitario lo normal es que el Fórmula 1 llegue siempre primero. El coche grande puede pinchar seis veces y, entonces, ganar tú. Estamos hablando de que Madrid y Barcelona tienen unos presupuestos incomparables con el del Sevilla. A día de hoy el Sevilla no puede competir la liga, pero si se da la circunstancia estará ahí seguro. Si a falta de cinco de jornadas existe la posibilidad, la plantilla y el club no desaprovecharán la ocasión. Ojalá nos veamos en esa tesitura, porque Madrid y Barcelona no están igual que siempre. Lógicamente también depende de la tensión del equipo, al igual que en Europa. El Sevilla ha demostrado que en las finales puede hacer cualquier cosa, como contra el FC Bayern. Desgraciadamente hay mucho salto económico entre los equipos.  A todos nos gusta soñar, pero elevar a estas alturas las campanas al vuelo para pelear por la liga no es realista porque hay otros equipos que se gastan mucho dinero todos los años para conseguir esos objetivos y, a veces, ni los consiguen.

P: La economía dificulta pelear por esta clase de títulos. Más aún cuando se pierden partidos como los de Éibar o Granada. ¿Crees que hay miedo escénico en el Sevilla?

R: No lo creo. La trayectoria que lleva no es para decir que le puede el miedo escénico. No solo se trata de dinero, claro, pero el dinero sí que entra en muchos aspectos. Lo bonito de esto es también que el pequeño le pueda ganar al grande, a un partido puede pasar cualquier cosa. Aun así, si todo sale según lo esperado el Sevilla quedará por encima del Éibar. Esto es una carrera de fondo y vas a necesitar de muchos jugadores para resistir y Madrid y Barça tienen muchos jugadores que serían titulares en todos los equipos de España. El presupuesto influye para una maratón que es una temporada. A un partido puede pasar cualquier cosa, pero no solo se juega un encuentro.

"A todos nos gusta soñar, pero no es realista elevar las campanas por LaLiga"

P: Aunque para entidad, la que tenía vuestro equipo... ¿no?

R: Es verdad que tuvimos la suerte de que se alinearan y juntaran todas las estrellas. Para conseguir un objetivo no te basta solo con presupuesto y que tengas buenos futbolistas, se tiene que juntar todo y nosotros tuvimos unos años maravillosos. Empezamos con unos objetivos y terminamos ganando cada final que jugábamos. Es que hasta metió Palop, porque es fácil encontrarse con porteros que suben a rematar y que lo intentan, pero es complicado que metan. A nosotros nos sonrió hasta eso porque, además, la moral del equipo era enorme.

P: ¿Ha cambiado el ambiente en Nervión desde aquellos años mágicos hasta ahora?

R: Yo creo que la afición sigue igual; mismo ambiente, mismo apoyo y mismo calor, pero en esos años empezamos a conseguir títulos, era algo nuevo. Ahora es más una exigencia que algo anormal. Lo que vivimos aquellos años fueron cosas que veíamos en la TV, me lo decían amigos íntimos míos. Aquello de que salieran fuegos artificiales y que llegara la copa era algo que veíamos en la TV. El hecho de jugar finales, ganarlas y ser el centro de atención de toda Europa nos tocó a nosotros en esos años. Ahora, después de seis Europa League y otros torneos, es una exigencia estar ahí.  Eso ha hecho que la afición sea más exigente, ha habido un cambio también en el club. Ahora estamos en una situación en que hay que pelear sí o sí por ciertos objetivos, aunque para mí no sea obligatorio. Para nosotros fue un regalo, ahora se ha convertido en un deber.

P: ¿Qué le faltó al Sevilla 2006/07 para ganar la liga?

R: Claramente, el partido ante el Mallorca, fue clave. Depender de nosotros mismos en la última jornada. Por circunstancias no se dio, pero quién sabe si con el VAR hubiéramos llegado con posibilidades a la última jornada. Jugábamos muchas competiciones, estuvimos hasta última hora en todo y estábamos al límite. Es una pena, porque es algo que se puede dar muy pocas veces y hubiera sido la guinda. Al igual que Valencia y Real Sociedad estuvieron ahí en otros años, nosotros también. Es algo excepcional, porque siempre serán Real Madrid y FC Barcelona aunque el Atleti se haya sumado- Son momentos y la balanza no se decantó a nuestro favor. 

P: Iturralde, pese a reconocer sus fallos, explicó que el Sevilla perdió otros partidos e insiste en que la liga no se le escapó ante el Mallorca, ¿estás de acuerdo?

R: Por supuesto que no. Lo que decanta para poder pelear una liga son los puntos en los que estás hasta el final. Si nosotros estábamos ahí arriba en el final de liga, ¿Por qué no la íbamos a pelear? De haber ganado en Mallorca hubiéramos dependido de nosotros en la última jornada. La podríamos haber ganado perfectamente. A lo mejor podríamos haber perdido aquel partido con el Villarreal, pero se tenía que dar.

P: ¿Y qué anécdota puedes rescatar de tu paso por aquel glorioso Sevilla?

R: Vivimos de todo, como las pretemporadas en Shangai con una humedad tremenda y cambios de horarios tremendos. Era totalmente nuevo para mí el tener pretemporadas, porque siempre había tenido pretemporadas por España. Eran semanas de locura absoluta, pero se recuerdan con cariño. Especialmente porque eran futbolistas que venían de no destacar mucho en sus anteriores clubs y terminaron explotando aquí.

P: ¿Es ese Sevilla el mejor de la historia?

R: No sé si lo es. Es verdad que ese Sevilla marcó un antes y un después porque el club venía de un periodo de crecimiento con Caparrós e hizo un buen grupo. Subió de segunda a primera, se consiguió la clasificación a la UEFA y, a partir de ese año (mi primero con Caparrós), encadenamos más clasificaciones europeas. Luego vino Juande y llegó la época de los títulos. Es un punto de inflexión porque, desde entonces, el Sevilla no deja de rondar o ganar títulos. Fue maravilloso. Además, con esos veranos en los que teníamos dos o tres finales. Estábamos celebrando una en el autobús en junio y en agosto otra. Lo terminamos viendo como algo normal. Nosotros pensábamos: “¿Otra vez aquí con nuestra gente no?”. Siempre hemos dicho que lo que hoy es algo normal, en aquella época era algo muy difícil de conseguir. No es fácil conseguir lo de aquel Sevilla.

P: Puesto que no conseguiste entrar en los planes futbolísticos con asiduidad... ¿llegó a ser un problema para ti que el Sevilla brillara?

R: Esto se trata de competencia. A medida que aumenta, más complicado es. Es cierto que en mi época salió un revulsivo como Jesús Navas. Viendo su trayectoria en el Sevilla, el Manchester y la Selección, me alaba que, en caso de tener que jugar alguien por mí, fuera él. Lógicamente, todo futbolista quiere jugar. Por circunstancias, hay futbolistas a los que les va muy bien en un equipo y en otros menos bien. A mí me pasó el último caso en el Sevilla. En cuanto al colectivo, tengo recuerdos imborrables por todos los títulos conseguidos, fuera del alcance de muchos. En lo personal sí, tengo esa espina clavada. Vine con unos objetivos y no llegué a cumplirlos.

P: Debido a que venías de brillar en el Valladolid... ¿fue el Sevilla un punto de inflexión negativo en tu carrera?

R: Cualquiera sabe. Negativo creo que no, pero evidentemente está ahí la incógnita de qué hubiera pasado si no me hubiera ido al Sevilla. Pude marcharme al Atlético de Madrid, pero quería volver al equipo de mi tierra, que tenía un proyecto muy interesante. Considero que tomé la decisión acertada. Disfruté mucho con los compañeros. No veo un punto de inflexión negativo, pero la curiosidad de saber qué hubiera sucedido de haberme ido al Atleti está ahí. Arrepentirse de las decisiones tomadas en el pasado no sirve de nada. No disfruté como hubiera querido personalmente pero sí en el colectivo, así que puedo decir con la cabeza muy alta que tengo cuatro copas en mi casa.

P: ¿Cómo fue tu controvertida salida del Sevilla FC?

R: Es cierto, no tuve una salida buena. De hecho, llegué a pleitos con el Sevilla. Los clubes son empresas. Por hache o por be no contaron conmigo en verano y empecé a buscar equipo. Salió, en las últimas fechas, el interés de un equipo que no me terminó de interesar, así que me quedé en Sevilla hasta que saliera un equipo en diciembre. Pero decidieron prescindir de mí antes de tiempo, era 29 o 31 de octubre de 2007. Me despidieron de forma improcedente. Los equipos, como he dicho, son empresas y los futbolistas somos trabajadores. Cada uno defendió lo suyo, pero no guardo ningún rencor. De hecho, he ido a varios actos organizados por el Sevilla FC, como lo de Puerta. Es más, sigo yendo al campo con mis hijas.

"No estoy de acuerdo con Iturralde. ¿Por qué no íbamos a pelear si estábamos ahí al final?"

P: Tras tu etapa en el esplendoroso Sevilla FC... ¿Cómo vives el último sprint de tu carrera?

R: Tras el Sevilla estoy seis meses en el Celta, tenía incluso opción para un año más. En Vigo los últimos partidos no los juego para no hacer efectiva una cláusula por la cual tenía que renovar si llegaba a un número de partidos. Luego nos meten en ley concursal, fue una odisea. En el Hércules tampoco juego todo lo que me hubiera agradado hasta que recalo en Albacete. Pese a que allí no alcanzamos los objetivos, tengo muy buenos recuerdos en lo personal. Coincido con gente que ya conocía y que son amigos míos en la actualidad. No obstante, no solo se trata de buena plantilla. Después, cuando creía que iba a seguir en el Albacete, ficho por el Alcorcón, un equipo recién ascendido en el que no conocía a nadie. Pero me pego cuatro años allí y han sido de los más bonitos que he vivido como futbolista. Siento que vuelvo al fútbol base, muy bonito todo. En un principio firmo dos años, pero se da la circunstancia de que juego todos los años 35-40 partidos hasta el punto de quedarnos a poco de subir a primera, son unos años redondos. Nunca sabes dónde te va a conducir el destino. Terminé con 37 años, algo que hoy en día es difícil, aunque haya por ahí alguna excepción. Cuesta llegar a esa edad jugando y muchos, al ver la falta de minutos, se retiran. Muchas veces, el fútbol cuesta dejarlo, pero es él el que te deja a ti. Yo me iba a quedar un año más en Alcorcón, pero esto es una empresa como he dicho, así que con la llegada de los nuevos dueños del Alcorcón me voy e intento conocer una liga en la India que era de tres meses. Me reenganché allí y ya me retiro tras una lesión de rodilla en el San Sebastián de los Reyes.

P: ¿Cuál ha sido tu mejor etapa a nivel futbolístico? 

R: Esos primeros años en Valencia con el debut en Segunda B y en Segunda, los cuatro años del Valladolid por ser importante en Primera División, lo cual fue lo más importante para mí en lo futbolístico. Los años de Alcorcón también fueron muy felices. A nivel de títulos y vivencias, sin duda el Sevilla.

P: Para terminar... ¿Qué le puedes decir a un joven para que no desista en su afán de ser futbolista? 

R: Para llegar a futbolista hay que pasar por mucho y, sobre todo, influyen muchas cosas. El talento, sobre todo, pero también la suerte de que el entrenador confíe en ti, la suerte de que te respeten las lesiones o la suerte de dar el paso en el momento exacto. El fútbol es persistir, sobre todo para los jugadores más normales. El Fútbol no se acaba en que no puedas jugar de primeras en el primer equipo. A lo mejor hay que salir antes a un Segunda División, conseguir el ascenso a primera y fichar por otro equipo con otras aspiraciones. Hay que mantener la ilusión y cuidarse mucho, pero el fútbol no se acaba en Primera aunque sea lo más bonito, hay que disfrutar del fútbol, porque para llegar a ser jugador hay muchas ramas. Lo ideal es ser un Jesús Navas, pero hay otras maneras de llegar a primera.

Aquí termina la entrevista por escrito, pero os dejamos el vídeo de la entrevista para que podáis disfrutar de más contenido que no se encuentra en este artículo, como la eliminatoria entre Isla Cristina y Sevilla FC en la que Fernando estuvo, la relación con Puerta y Reyes o su paso por otros equipos.

¡Disfrutad mucho y Feliz Año Nuevo!

VAVEL Logo
Sobre el autor