La competición del KO volvía a escena en clave azulgrana. Lo hacía en el Nuevo Los Cármenes de Granada, donde su anfitrión, el equipo de Diego Martínez, abría sus puertas para recibir a uno de los firmes aspirantes a hacerse con el título en la presente campaña: el Fútbol Club Barcelona de Ronald Koeman. Los culés, hasta ahora aparentemente intratables, pisaban territorio andaluz después de haber superado al Athletic Club de Marcelino en la última jornada de Liga para medirse a un equipo castigado por las bajas de Luis Milla y Yangel Herrera, que obligaban al técnico vigués a mover ficha e improvisar con un once defensivo, alineando a cinco jugadores en la zaga. Por su parte, el técnico del conjunto visitante podía volver a apostar por Sergi Roberto, totalmente recuperado de su rotura en el recto femoral del muslo derecho e incluía las novedades de Francisco Trincão y Marc-André ter Stegen en su alineación con la mente ya puesta en seguir avanzando hacia la final y aprovechando que dos de sus rivales directos, el Atlético de Madrid y el Real Madrid, ya estaban fuera. Se acababan así la rotaciones en portería, siendo un duro palo para Norberto Murara 'Neto', al que su titularidad le duraba dos partidos, el de Cornellà y el de Vallecas, al igual que pasaba con Clément Lenglet, que se quedaba en el banquillo ante el regreso en plenas condiciones de 'Big Sam'.

El Fútbol Club Barcelona saltaba al terreno de juego sin margen de error y dispuesto a arriesgar para conseguir el billete que daría a uno de los dos equipos el acceso a unas semifinales en las que ya esperaba el Sevilla de Julen Lopetegui tras haber eliminado al Almería. Diego Martínez y Ronald Koeman protagonizaban una batalla táctica de estrategia, en la que el primero soñaba con dar la sorpresa y repetir la hazaña del curso pasado y el segundo lo hacía con quedarse a tres partidos del título que tenía más a tiro.

El Granada fue el primero en golpear

La primera parte comenzaba con una buena propuesta futbolística por parte de los azulgranas. Los de Ronald Koeman se añadían a su cuenta particular una buena colección de oportunidades de cara a portería, pero con una tarea pendiente: materializarlas y abrir el marcador cuanto antes. Antoine Griezmann lo hacía en los primeros compases del encuentro, a pase de Francisco Trincão y la volvía a tener después de un pase al espacio de Leo Messi, recortando a la zaga defensiva nazarí, pero, tras disparar, se topaba con la pierna derecha de Germán Sánchez.

Ante el gran reto de mantener el ritmo inicial por delante, los azulgranas bajaban una marcha de sus ataques. Tampoco Leo Messi pudo "abrir la lata" después de una oportunidad a balón parado ante la solvencia demostrada por Aarón Escandell, que se lució bajo palos para prorrogar las esperanzas de Diego Martínez.

Después de eclipsar varias de las oportunidades protagonizadas por los azulgranas, se hacía efectivo lo de que perdonar siempre pasa factura. Terminó sucediendo. La resistencia de un buen Granada, avisador al contragolpe, recogía sus frutos y, en el minuto 32 del partido, Robert Kenedy adelantaba a los rojiblancos tras un error en la salida de balón de Samuel Umtiti y una mala cobertura defensiva de los de Ronald Koeman a pase de Alberto Soro.

Para desgracia de los azulgranas, la fortuna no estaría presente en el Nuevo Los Cármenes. Roberto Soldado volvería a adelantar a los suyos en el marcador ganándole la partida a Samuel Umtiti de nuevo en defensa y todo se volvía muy cuesta arriba para el equipo de Ronald Koeman, incapaz de reaccionar y de aprovechar las pocas oportunidades ante un Granada bien cerrado.

Para colmo, Sergi Roberto recaería de su lesión. En el minuto 57 de partido, el de Reus se echaba al suelo después de servir un centro lateral y, con pinta de sufrir una lesión muscular de nuevo, era reemplazado por Sergiño Dest, que protagonizaba el primer cambio del técnico holandés, escaso de ideas para conseguir la remontada in extremis de su equipo, cada vez más a la desesperada, sin mucha paciencia para armar las jugadas y con pases demasiado directos, en un partido decantado desde prácticamente el principio para los andaluces. Es lo que pasa cuando, pese a generar mucho y llegar mucho, se cometen errores groseros por partido.

Jordi Alba, "ave fénix"

Cuando nadie se lo esperaba, a escasos minutos de que sonara el pitido que indicase el final del partido y efectuase el pase del Granada a semifinales, Jordi Alba aparecía para revivir al Fútbol Club Barcelona de Ronald Koeman y forzar la prórroga tras el recorte de distancias protagonizado por Antoine Griezmann, trascendental a lo largo del partido y crack "silencioso" hasta ahora. Los nazaríes y los azulgranas se la jugarían fuera del tiempo reglamentario y los esfuerzos pasarían a ser dosificados para declinar la balanza hacia uno de los lados y conocer al tercer equipo semifinalista del torneo con el Sevilla y el Levante a la espera de conocer a su rival en el sorteo.

La defensa, que había copado todos los focos de atención durante todo el partido, resultó ser un soplo de aire fresco para un equipo que, a base de persistencia, consiguió alargar la oportunidad de no caer antes de tiempo en la competición en la que se había mantenido en pie sin tutía.

Antoine Griezmann, Frenkie de Jong y Jordi Alba, vitales para la sentencia definitiva

Con los tantos del delantero francés, del centrocampista holandés y del lateral de Hospitalet, el Fútbol Club Barcelona conseguía el billete para acceder a las semifinales de la Copa del Rey. Lo hizo ante un Granada bastante persistente, que no cesó en su empeño pese a la ofensiva protagonizada por los de Ronald Koeman en la segunda parte de la prórroga y que confió hasta el final tras el gol marcado desde los once metros por Fede Vico.

Con esta remontada, el Fútbol Club Barcelona recargaba su medidor de confianza de cara al próximo encuentro liguero mirando hacia el Benito Villamarín. El equipo de Ronald Koeman, aparentemente con más vidas de las que nadie se pensaba, se reponía para seguir soñando con el primer título de la temporada y prorrogar su esperanza de cara a coger oxígeno y revivir en la competición doméstica.

Ficha técnica

Granada Club de Fútbol: Aarón Escandell, Germán Sánchez, Yan Brice Eteki (Nehuén Pérez, min. 105), Roberto Soldado (Luis Suárez, min. 65), Antonio Puertas (Jesús Vallejo, min. 79), Carlos Neva, Víctor Díaz (Dimitri Foulquier, min. 47), Ángel Montoro, Domingos Duarte, Robert Kenedy (Darwin Machís, min. 47) y Alberto Soro (Fede Vico, min. 58).

Entrenador: Diego Martínez.

Fútbol Club Barcelona: Marc-André ter Stegen, Ronald Araújo, Sergio Busquets (Riqui Puig, min. 76), Antoine Griezmann, Leo Messi, Pedro González 'Pedri', Francisco Trincão (Martin Braithwaite, min. 63), Jordi Alba, Sergi Roberto (Sergiño Dest, min. 57), Frenkie de Jong y Samuel Umtiti (Ousmane Dembélé, min. 63).

Entrenador: Ronald Koeman.

Estadio: Estadio Nuevo Los Cármenes.

Árbitro: José María Sánchez Martínez, del Comité de Árbitros de Murcia.

VAR: Ignacio Iglesias Villanueva, del Comité de Árbitros de Galicia.

Amonestaciones: Leo Messi (min. 25), Jordi Alba (min. 105) y Jesús Vallejo (min. 119).

Marcador: 1-0, min. 32, Robert Kenedy. 2-0, min. 47, Roberto Soldado. 2-1, min. 88, en propia puerta de Aarón Escandell. 2-2, min. 90+1', Jordi Alba. 2-3, min. 100, Antoine Griezmann. 3-3, min. 101, Fede Vico. 3-4, min. 107, Frenkie de Jong. 3-5, min. 112, Jordi Alba.

Incidencias: partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey 2020/21.