Durante varios años, el gran quebradero de cabeza para los sevillistas ha sido la defensa. ¿Cuántos sustos se han llevado los aficionados del club de Nervión por un mal despeje? ¿Cuántas veces han desconfiado de la retaguardia rojiblanca? Pues bien, parece ser que esta preocupación poco a poco va desapareciendo, y es que el Sevilla, tiene actualmente un seguro de vida atrás. Todo esto no habría sido posible sin un personaje muy querido en el club.

La vuelta de Monchi

Ramón Rodríguez “Monchi”, se marchó en el 2017 del club tras ser reconocido como uno de los directores deportivos más reputados del mundo. Después de permanecer dos años en Italia, el de San Fernando volvía a la que siempre fue su casa, generando una alta expectación y entusiasmo entre los fieles sevillistas. Para entonces, durante las dos temporadas en las que el gaditano estuvo fuera, el banquillo hispalense estuvo dotado de mucha inestabilidad.

En tan sólo dos años, se sentaron hasta 5 entrenadores en los asientos del Pizjuán. El director deportivo se marchó dejando a Berizzo como dirigente del cuadro nervionense. Sin embargo, en la temporada 2017/2018, éste fue sustituido por Vicenzo Montella que, al mismo tiempo, fue relevado por Joaquín Caparrós en el mes de abril. Por si fuera poco, para comenzar LaLiga 2018/2019, se produjeron otra vez nuevos movimientos en las filas sevillanas. El entrenador procedente del Girona, Pablo Machín, tomó el mando del equipo hasta marzo, mes en el que Caparrós, volvió a convertirse en el responsable de la gestión del equipo.

Demasiados cambios en tan poco tiempo. Los sevillistas buscaban algo sólido, unido y estable; algo que sólo podía hacer Monchi.

Respecto a la actitud de la cuadrilla andaluza en las competiciones vigentes, parece que afrontó bien las irregularidades. A pesar de que se marchó “el gran jefe”, el Sevilla se clasificó para la final de Copa del Rey, llegó hasta cuartos de final en Champions y quedó séptimo en Liga.

Sin embargo, existía un problema que venía preocupando a sus seguidores desde hacía tiempo: la defensa. Con Sergio Rico en la portería, el Sevilla ha llegado a encajar 38 goles en 24 partidos. Para entonces, la zaga andaluza estaba formada por futbolistas como Lenglet, Kjaer, Carriço, Nico Pareja, etc. No había forma de crear un buen muro defensivo.

Para la siguiente temporada, el Sevilla encajó un total de 47 dianas siendo el duodécimo equipo que más goles había recibido en la campaña 2018/2019. Para que la comparación sea más impactante, hay que destacar que en las 22 jornadas que llevamos, la portería hispalense ha recibido 16 tantos. Además, el Sevilla ha llegado a las semifinales de la Copa del Rey con la portería invicta. Las diferencias son más que evidentes. 

En medio de ese “caos”, la entidad del Ramón Sánchez Pizjuán, hacía pública la vuelta de su querido director en marzo del 2019, lo que sería un punto de inflexión en la historia del club. A partir de ese momento, la situación daría un giro drástico.

Refuerzos para la zaga

La primera gestión de Monchi fue traer a otro técnico deportivo que pudiera suplir a Joaquín Caparrós. El elegido para el de San Fernando fue el ex entrenador de la Selección Española y del Real Madrid: Julen Lopetegui. 

Una vez firmado el contrato, se puso manos a la obra para crear una plantilla acorde con los objetivos del técnico vasco y que pudiera solucionar el problema de la defensa. 

El primer “gran fichaje” fue el del brasileño Diego Carlos, procedente del Nantes, por el que el Sevilla abonó una cifra de 15 millones de euros. Con él, la entidad andaluza se ha garantizado un potente y sólido muro en defensa. A día de hoy, es un titular indiscutible para Julen.

Otro de los fichajes para la retaguardia fue Jules Koundé. El central galo llegó del Girondins y el míster sevillista ha sabido sacarle todo su potencial. Éste tuvo un corto período de adaptación y, a raíz del partido ante el Eibar, el rendimiento del futbolista ha ido “in crescendo”, hasta tal punto de que se encuentra en las listas de deseos de los equipos más importantes de Europa, como el Manchester United. Jules ha sufrido una metamorfosis en estos dos años en los que ha demostrado que no sólamente ha alcanzado un alto nivel de seguridad defensiva, sino que también tiene una gran capacidad ofensiva que lo distingue del resto. 

Para reforzar el centro del campo, se hizo con los servicios de Joan Jordán. El ex del Éibar ya venía demostrando su rendimiento en el equipo vasco y su llegada al Sevilla no fue menos. Cumpliendo con las expectativas, demuestra un alto poderío y una elevada capacidad de trabajo en el medio del césped y, en lo que llevamos de esta temporada, ha anotado 2 goles y ha proporcionado 6 asistencias. 

Para hacerle compañía al de Gerona, se interesó en Fernando Reges, también conocido como “el pulpo”. El pseudónimo del brasileño viene dado por su gran capacidad para robar balones y repartirlos por el centro del verde.

Con estos nuevos integrantes más los que llegarían al año siguiente (como Rekik, Acuña, etc), Monchi buscaba cambiar la situación anterior del Sevilla, “recuperar los valores del sevillismo” y pelear por la Champions. 

La transformación de la defensa

Si echamos mano de las estadísticas, la diferencia conforme hace dos temporadas es más que notable. Ya en el pasado año, el Sevilla había recibido 17 goles menos que en la temporada de 2018/2019, siendo el treceavo en el ránking de los equipos más goleados de la Liga de ese año y colocándose por debajo del FC Barcelona. 

Pero si realizamos una indagación más profunda, los resultados son asombrosos. Y es que el equipo de Lopetegui es el Sevilla menos goleado de los últimos 10 años. En la pasada campaña, ya tenía 14 goles en contra en la 15ª jornada. Sin embargo, en la actual, los 14 goles los ha alcanzado una vez disputada la número 22. 

El cuadro de Nervión cuenta con la segunda mejor defensa de LaLiga en esta primera vuelta, solamente el Atlético de Madrid mejora los números de los hispalenses. El Real Madrid los igualaba hace dos semanas. Tras los 19 partidos disputados por ambos conjuntos, tanto los rojillos como los de Zizou tenían una media de 0,84 goles por partido y han conseguido mantener su portería a cero en nueve jornadas.

La influencia de Lopetegui

También se ha notado la mano del entrenador. Lopetegui ha creado, en lugar de un equipo, una familia. El vestuario sevillista se encuentra más unido que nunca y eso se refleja en los terrenos de juego, que están dejando unos números de infarto. 

El Sevilla FC ha batido varios récords desde que el vasco está como responsable de la plantilla: ha conseguido la sexta UEFA para el club y ha alcanzado registros históricos. Ha logrado las siete victorias consecutivas, algo que no ocurría desde la temporada de 2014/2015, ha mantenido la portería intacta en su trayectoria en la Copa del Rey (hasta semifinales) y es el entrenador con el que menos goles ha encajado el club andaluz.

Por si fuera poco, ha provocado una impactante transformación en algunos jugadores, como por ejemplo en Youseff En-Nesyri. Cuando llegó al Sevilla, el atacante no tuvo mucha suerte de cara a portería. Sin embargo, a estas alturas, el marroquí se destaca en lo más alto del ránking en cuanto a goleadores y suma ya 17 goles en lo que va de temporada, incluyendo los registros de Liga y Champions.

Se nota que este entrenador quiere a sus jugadores y trata de sacarles el mayor provecho posible. El caso de En-Nesyri es únicamente un ejemplo para poder confirmar el gran cambio que ha pegado este Sevilla y que, por supuesto, va por muy buen camino.