El Fútbol Club Barcelona de Ronald Koeman ha completado otra sesión preparatoria sobre el césped del Tito Vilanova de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Lo ha hecho para pulir los últimos detalles antes de afrontar el retorno de la máxima competición continental en su estadio, en el que recibirán al Paris Saint-Germain de Mauricio Pochettino este martes para disputar la ida de los octavos de final.

En el entrenamiento matutino de este lunes, los azulgranas han podido volver a contar con Gerard Piqué, que ha sido la gran novedad y ha regresado con el grupo apuntando firmemente al duelo contra el conjunto parisino, que se postula como trascendental, ya que, en él, intentarán conseguir un buen resultado para afrontar con totales garantías la vuelta en París dentro de tres semanas.

En la rueda de prensa previa del choque, en la que han comparecido de forma telemática Jordi Alba y Ronald Koeman, se ha anunciado que el equipo se ejercitará por última vez este martes por la mañana, cuando, además, el técnico holandés dará a conocer la lista de convocados para hacerle frente al equipo galo, que regresará al escenario de la que fue su noche más dura en 2017, en la que un gol de Sergi Roberto dilapidó su ventaja de 4-0 en el marcador, firmada en la ida en una de las grandes noches que se recuerdan de la historia azulgrana.

Como aspecto a destacar, cabe mencionar que el duelo se dará sin el aliciente emocional que hubiera supuesto el regreso de Neymar al Camp Nou, que esa noche marcó para los locales y ahora milita en el conjunto parisino de no haber sido frustrado por su lesión en el abductor.

Después de haber caído eliminados en las cinco temporadas anteriores, el objetivo que se han marcado en Can Barça no es otro que el de tirar de confianza y arrasar en Europa, consiguiendo un título que los aficionados llevan pidiendo desde hace mucho tiempo.