El perdón no existe

OPINIÓN | En el fútbol si no aprovechas las ocasiones estás muerto. La justicia no forma parte de este deporte, el objetivo de ambos equipos siempre es sacar el mejor resultado posible, y hoy el Cádiz lo ha demostrado.

El perdón no existe
FC Barcelona
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Por Oriol Huguet Nieto

Parecía un partido plácido, en el cual las críticas no iban a aparecer debido al rival que se tenía enfrente. Los dos equipos llegaban con dos rachas totalmente diferentes. El conjunto culé llevaba 21 puntos seguidos, 7 partidos sin conceder ni un punto al rival. Por su parte, el Cádiz llevaba el mismo número de encuentros sin puntuar. No obstante, la abismal diferencia que se tenía que ver en el partido, según las estadísticas, no ha aparecido.

El Barça ha logrado mantener la posesión del partido a lo largo de los 90 minutos. Teniendo el control del balón, no ha podido generar ninguna clara ocasión de gol. ¿Por qué? Podemos llamarle "manía" o una mala costumbre que tienen los blaugranas a elaborar demasiado las jugadas. Parece que la opción del disparo lejano no exista dentro de la táctica de Koeman. No obstante, este es un problema que ya lleva varios años en la entidad culé. Tanto con Valverde como Setién, no teníamos ese juego directo que dio tantos resultados a Luis Enrique. El juego del técnico holandés, parecía volver al que caracterizaba al juego del Barça a principios de década. Sin embargo, el fútbol va evolucionando, y ese estilo ya es poco efectivo en los rivales. Aunque, no todo son críticas, en el encuentro contra el Cádiz, se ha podido esa presión tras pérdidas que aporta muchas opciones de gol durante la disputa del partido.

En cuanto al ataque, las ocasiones se fueron dando, pero siguiendo la dinámica de este año, siempre se fallaba en el último momento, ya sea el disparo o el pase. También, Pedri ha vuelto a aparecer en la elaboración, demostrando que puede que aún se le queden grandes los partidos importantes, como el del PSG. El último punto a destacar, ya que no ha sido un partido con muchos errores, es la demasiada confianza que tenían los jugadores sobre el resultado. Una actitud poco entendible porque en el marcador la diferencia era de solo un tanto. Finalmente, ha sido Lenglet quien ha quedado como un villano. El francés no ha estado fino en varias jugadas, realizando faltas "de novatos" y, el resumen ha estado el penalti provocado. Como moraleja, el Barça se tiene que poner en la cabeza que cualquier equipo le puede generar una ocasión fácilmente, y evitar que los contrarios se hagan con el balón a tres cuartos de campo.