Domingo 8 de marzo de 2020. Jornada vigésimo séptima de LaLiga Santander temporada 19-20. Pasadas las 18:00 horas de la tarde, aficionados del Villarreal C.F y algunos pocos del Leganés asistían al Estadio de La Cerámica a disfrutar del partido entre el conjunto amarillo y los pepineros. Ninguno de los asistentes se esperaba que sería el último encuentro al que iban a asistir en mucho tiempo. Aquel día y, sobre todo, aquel duelo, marcó un antes y un después en el mundo del fútbol.

Parece una película, pero no, no lo es, es la realidad. 365 días han pasado ya. Este lunes 8 de marzo de 2021 se cumple un año del último partido que pudo disfrutar la afición grogueta de su equipo en directo en el Estadio de La Cerámica. Un año del último partido que las gradas de La Cerámica se llenaron de miles de aficionados ‘groguets’. No fue una despedida bonita y es que el Villarreal cayó derrotado por 1-2 ante el Leganés. Tristes abandonaron el estadio, pero más tristes están a día de hoy sin saber cuándo volverán a vivir un partido de fútbol al lado de su equipo.

El COVID-19 no se va, los partidos de fútbol se siguen disputando y la pregunta que se siguen haciendo los aficionados que aman este deporte, cuando llevamos más de la mitad de campeonato jugado, es la siguiente: ¿Cuándo volverán las gradas a llenarse de miles de aficionados?

Desde aquel 8 de marzo del año pasado, la afición, la voz del fútbol, el motor de este deporte, no han vuelto a los campos de Primera y Segunda División. Se paró la competición liguera, llegó el confinamiento y se reanudo LaLiga con las gradas vacías, con fotos de aficionados de cartón.

El fútbol no es lo mismo sin la afición. Cada jornada, la imagen de los estadios vacíos es muy triste. Pasear por los alrededores del campo y sentir a los jugadores gritar y no a la afición cantar entristece a cualquiera que ama este deporte. Ni las fotos de los aficionados que se han establecido en algunos estadios, ni las grandes pancartas en las gradas, representan al verdadero aficionado, ese que se deja la voz por su equipo, que canta, llora, celebra la victoria y se entristece por la derrota.

El fútbol sin la afición no es lo mismo.

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