Sergio Canales es, en estos momentos, el baluarte más valioso de un Betis enrachado. El futbolista cántabro llegó a Heliópolis durante el verano de 2018 para ponerse a las órdenes de Quique Setién. Antes, había pasado por equipos como Valencia, Madrid, Real Sociedad y Racing de Santander, donde las cosas no habían ido del todo bien.

Tres lesiones de ligamento cruzado lastraron su carrera y por ello el cántabro ha tenido que tirar de fortaleza y trabajo para ser el futbolista que es hoy. En la presente campaña, el cántabro sufrió una rotura muscular cuando disputaba un encuentro con la Selección Española. Se alejó mes y medio de los terrenos de juego y volvió para llevar al Betis a los puestos que merece: la zona alta de la tabla.

Tras seguir un tratamiento conservador que le permitiese recuperarse al 100% lo antes posible, fue en la última jornada liguera de 2020 cuando Canales volvía a disputar minutos con el Betis. Desde entonces ha anotado siete goles, estando tan solo a un tanto de igualar su mejor campaña goleadora.

Pero sus números son fruto de un estricto trabajo. Canales llega cada día a la Ciudad Deportiva dos horas antes que el resto de sus compañeros. Entrena con un plan específico diseñado por su preparador físico personal. Este trabajo se basa en cuatro pilares: prevención y recuperación, alimentación, preparación física y preparación mental.

El futbolista está muy centrado en el trabajo con el equipo y por ello, para poder dar su mejor versión combina sus entrenamientos con el Real Betis con su trabajo individual en casa. El compromiso es innegable y el resultado un auténtico espectáculo que han hecho de Sergio Canales uno de los pilares más importantes de este club.