El Granada CF visitaba la tarde de hoy otro escenario cinco estrellas para afrontar la vuelta de los octavos de final de la UEFA Europa League, el Puskás Aréna de Budapest; con hasta un aforo de 60.000 hoy desangelado debido a la pandemia de COVID-19 en la que nos vemos envueltos y en el que, dos días antes, el Machester City sellaba su pase a cuartos de final de la Champions League tras vencer al Borussia Monchengladbach.

Ambos conjuntos llegaron al duelo con dinámicas bien distintas, sobre todo en lo físico. Con el de hoy los nazaríes disputaron el duelo oficial número 45 de la temporada. A Diego Martínez le habrá costado dormir esta semana debido al rompecabezas en el lateral diestro tras la lesión de Foulquier el domingo contra la Real Sociedad. El once puesto en liza por el gallego contaba con Rui Silva en la portería con Germán y Duarte como pareja de centrales, y ahí solucionó el brujo de Vigo el cubo de Rubik: situando a Vallejo en el carril derecho y Víctor Díaz por la izquierda. En la medular los tres tenores hacían acto de presencia: Gonalons y Montoro en el doble pivote con Yangel Herrera en el enganche. Kenedy y Puertas escoltaron por la izquierda y derecha respectivamente. Y arriba en punta de ataque, el viejo rockero Jorge Molina.

Los primeros minutos fueron de dominio absoluto granadinista. La primera ocasión la tuvo Kenedy con un pase de Germán en largo que, ganando la carrera el brasileño, su remate al primer palo se marchó lamiendo la cepa del poste. Un minuto después, Sigurdarsson se la cedió a Andersen y este dentro del área remató muy alto en la primera ocasión. Claro intento de los locales.

A pesar de ello, el Granada seguía atacando ante un Molde que parecía más preocupado en no encajar que en marcar, algo que no debe hacer un equipo que tiene que levantar un 2-0 de ida. Todo discurrió con relativa tranquilidad hasta que en el minuto 29, una jugada de Pedersen por la derecha acabó con un autogol de Vallejo, que sin quererlo metió de lleno a los noruegos en la eliminatoria.

Este tanto produjo algo en el Granada que no le dejaba fluir; se puso algo nervioso, cosa que no debe pasar al tener una buena renta en el global y los de Erling -que no Haaland- Moe se vinieron arriba al no dejar entrever esos nervios en el césped del Puskás Aréna. Incluso llegaron a tener el empate en la eliminatoria con un disparo de Hestad dentro del área tras una prolongación un compañero suyo que acabó solventando Rui Silva con un paradón.

La segunda parte tomó inicio sin cambios en las filas granadinistas, aunque quien sí movió ficha fue Moe introduciendo a Sinyan por el central Gregersen. El primer ataque contó para los rojiblancos con un Antonio Puertas que se llevó muy bien la bola por la derecha, recortó dentro del área y su posterior disparo lo despejó de manera ortodoxa el recién ingresado Sinyan para que al final acabara abortando el ataque Linde.

En busca del segundo tanto se fue el el Molde arriba y cerca estuvo de lograrlo Sigurdarsson de cabeza tras un buen envío de Pedersen por la derecha. Su testarazo se fue por encima de Rui Silva. Cerca estuvo de empatar la contienda la escuadra nazarí en un centro de Víctor Díaz al área que no llegó a conectar Herrera. El rechace posterior lo recogió Molina, cediéndosela a Montoro para que el valenciano, chutando de primeras, mandara el esférico bastante desviado.

El conjunto de Diego Martínez comenzó a sufrir los ataques noruegos. La más clara sin lugar a dudas fue la ocasión de Fofana, que solo, completamente solo en un uno contra uno frente a Rui Silva, se estampó contra la muralla lusa, que una vez más salvó al Granada en el partido.

El dicho futbolístico augura que si perdonas, acabas pagando. Y eso fue exactamente lo que le ocurrió al Molde. Primero fue Herrera quien casi anota el primero tras una falta ejecutada por Montoro. Poco después en el minuto 72, un intento de despeje de Vallejo en la medular acabó siendo un pase clave para Herrera y este desde la izquierda envió el esférico al área, que peinó Roberto Soldado -que ingresó al verde ocho minutos antes- al fondo de las mallas haciendo estallar de alegría a todo el banquillo rojiblanco.

Una de las buenas noticias del duelo de hoy fue la vuelta de Darwin Machís al terreno de juego después de su lesión en el calentamiento de Nápoles en la vuelta de los dieciseisavos de final. Ocho minutos tuvo el venezolano para ir recuperando poco a poco sensaciones.

El cuadro de Erling Moe se fue a por todas a por el gol. No le quedaba otra al equipo que hoy ejercía de local a pesar de disputarse en sede neutral y cerca estuvieron de hacer el segundo Eikrem, cuyo cabezazo picado despejó Germán cuando Hussain estaba ya con la caña preparada.

A menos de dos minutos del final, Eteki cometió un penalti de los que se hacen llamar ‘tontos’ tras una internada de un atacante noruego por la izquierda. El encargado de ejecutarlo y anotarlo fue Hestad, quien engañó a Rui Silva lanzando por el medio cuando el luso se venció a la izquierda.

Muy cerca estuvo Kenedy de hacer un gol de escándalo con un disparo desde Santa Rita do Sapucaía que hizo temblar el travesaño de la meta defendida por Linde. Finalmente venció 3-2 en el global de la eliminatoria el equipo de la ciudad de la Alhambra, que verá cómo otro equipo del viejo continente visita el Nuevo Los Cármenes en los cuartos de final de la UEFA Europa League.

 

Ficha técnica

Molde F.K. [2]: Linde; Pedersen, Bjørnbak, Gregersen (Sinyan, min. 46’), Risa (Haugen, min. 77) ; Breivik (Hussain, min. 82’), Aursnes, Eikrem; Hestad, Sigurdarsson (Fofana, min. 63’), Ullan Andersen (Knudtzon, min. 77’).

Granada C.F. [1]: Rui Silva; Vallejo (Nehuén, min. 83’), Domingos Duarte, Germán, Víctor Díaz; Montoro (Machís, min. 83’), Gonalons (Eteki, min. 76’), Herrera, Puertas, Kenedy; Jorge Molina (Soldado, min. 64’).

Goles: 1-0, Vallejo (p.p.) (29’); 1-1, Soldado (72’); 2-1, Hestad (pen.) (89’).

Árbitro: Srdjan Jovanovic (Serbio). Amonestó a Risa por parte del Molde; y a Víctor Díaz por los rojiblancos.

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la UEFA Europa League. Disputado en el Puskás Aréna sin presencia de público en las gradas debido a la pandemia por la COVID-19.