El 18 de febrero en “El ‘mando único’ del Depor debuta con una ilusionante victoria, la del Guijuelo, escribía que alcanzar el único objetivo de la temporada -ascender a LaLiga- era todavía posible. Eso sí, se precisaba ganar al menos tres de los cuatro encuentros que restaban por disputar... y rezar. Muchos entonces me tildaron de iluminado y, más aún, cuando dije, después de algunas declaraciones pesimistas tras la derrota ante el Racing, que al Depor aún le quedaba una bala en el tambor.

Un mes después nadie duda que el ascenso es posible. Todo pasa por aprovechar esa última bala para alojarla, como diría en mi juventud el prolífico “novelista” Lafuente Estefanía, “entre ceja y ceja”... y esperar la ayuda de Racing y/o Coruxo.
Son las consecuencias previstas de un formato que llevaba a un final de infarto, mucho más igualado que lo que incluso solía producirse en la primera vuelta de una liga tradicional, lo que nos lleva a preguntar si constituirá record Guinness el hecho que, en la última jornada de “una liga”, puedan variar todos los puestos de la clasificación, salvo el 10º, el Guijuelo. Si no es record será una marca excepcional.

Era lógico pensar que algo así podría ocurrir y por eso fui de los primeros, que por prensa, radio y TV, se opuso de forma rotunda a esta fórmula suicida de esta 2@B, avisando que el formato -diseñado por el enemigo y que precisa de un cursillo para poder entenderlo- nos llevaría a un PlayOff de ruleta rusa que ya vislumbramos.

Ello hace que no se le pueda negar al loco sistema el atractivo para un espectador, que, día a día, se va enterando de lo que se avecina. Es lo más alejado de una Liga, -caracterizada por larga duración y regularidad- y lo más cercano a un mixto tipo Liguilla-Copa entre 102 clubs, que terminan enfrentados a muerte súbita, a partido único, en unos PlayOff sin apenas ventaja alguna para los mejores de los 5 grupos.

La drástica reducción de la Liga tradicional produjo, como era previsible, la ficticia igualdad de fuerzas de los equipos, lo que ocasiona que la RFEF haya perdido la gran oportunidad de echarle un pulso a LaLiga. Pudo crear una “Primera RFEF” fuerte, integrada por clubs históricos, ciudades importantes, filiales de grandes clubs... que se encuentran fuera del fútbol profesional y que podrían generar importantes ingresos por televisión, pero falló estrepitosamente en el diseño.

No estuvo la Federación a la altura de los clubs que habían hecho un esfuerzo económico, a los que “abandonó” a su suerte al instaurar las mini-ligas. La conclusión no puede ser peor: algunos equipos ahora ven peligrar su acceso a la nueva categoría y su propia supervivencia... y, lo que todavía es peor, se pone en seria duda el auténtico valor de la “Primera RFEF”.

Ya está constatado que numerosos equipos históricos, tres de ellos -Murcia, Hercules de Alicante y Cordoba- representantes de ciudades entre las 12 más pobladas de España, corren serio riesgo de no clasificarse para la Primera RFEF, al igual que Racing de Santander, Numancia, Lleida... y ya está confirmado que otros no estarán, como el Recre, el Decano, Salamanca, Pontevedra... lo que supone un muy duro golpe a esa “Primera RFEF”, que debía aglutinar esos clubs con potencial para aspirar a LaLiga, pero la Federación fracasó al imponer un formato de pocas jornadas que equilibra de forma irreal la valía de los equipos.

Y con esas profundas reflexiones, pero por desgracia ya no válidas, llegamos a la jornada “final”, en la que el Deportivo se juega la vida y su centenaria afición aún desconoce si el próximo ejercicio integrará la Liga Smartbank, la Primera RFEF ó la Segunda RFEF. Le aparecen los fantasmas del penalti de Djukic, de los descensos recientes contra Valencia y Real Sociedad... pero sabe que es imprescindible ganar, y ganaremos, para hacer valer esa última bala que puede significar un ascenso.

Mentiría si dijese que no soy optimista. Si cumplimos contra el Zamora, y en eso no podemos fallar, estoy convencido que Racing y/o Coruxo harán el resto. .. y, de repente, se abrirá un futuro ilusionante, con el que pocos soñábamos hace un mes.

Tengo muy buenas sensaciones. Estoy convencido que si conseguimos entrar entre los tres primeros de esta fase, seguro que nos clasificamos para esa lotería que es la promoción a la Liga SmartBank, un PlayOff que afrontaríamos, sin duda, como uno de los grandes favoritos para alcanzar el ascenso. Vamos de menos a más.

Esta vez, en el momento de la verdad, la fortuna nos será propicia y la última bala, la decisiva, será la bala blanquiazul. Justo cuando al enemigo le duele más, porque ya no le queda tiempo para reaccionar... y cuando más lo podemos celebrar. Yo espero disfrutar de ese momento mágico en el propio Riazor. ¡FORZA DEPOR!

Augusto César Lendoiro
Ex-Presidente R.C.Deportivo

VAVEL Logo
Sobre el autor