El jugador del Barça tuvo un debut un poco agridulce con la selección, en el que era su primer partido con cualquier categoría del combinado nacional. Y es que en los últimos minutos de partido el catalán vio la tarjeta roja, y fue expulsado. Una expulsión totalmente incomprensible, ya que no tocó al rival pero el colegiado interpretó agresión y no dudó en sacarle la cartulina.
Mingueza realizó un partido más que notable, pese a que el partido entre ambas selecciones fue algo decepcionante en cuanto a ocasiones. Los transalpinos dieron por bueno el empate a cero que mantenían con los españoles, que les dejaba con todas las opciones abiertas para la última jornada. Con este resultado el combinado español se mantiene primero en el Grupo B con cuatro puntos.
Debut manchado por la expulsión
El defensa fue un jugador destacado en el partido contra los italianos. Jugó tanto de lateral derecho como de central, pero fue expulsado en el minuto 87 del partido. Rovella fingió recibir un cabezado del defensa azulgrana en una tangana y el colegiado, Harm Osmerc, no dudó en sacarle la roja directo y mandarlo al vestuario.
Su rendimiento fue tan bueno y su expulsión tan buena, que la Federación recurrirá la roja por considerarla injusta y porque Luis de la Fuente, seleccionador español, quiere de nuevo al jugador para poder contar con él en el once inicial en el partido del martes contra la República Checa. Luis de la Fuente declaraba en rueda de prensa que: "En las imágenes, se aprecia que Óscar no toca para nada al jugador italiano y que es provocado claramente por él. Pero el árbitro ha entendido que había repelido la agresión previa de este futbolista y le ha expulsado”.
“No sucede nada sancionable, tal y como se ve en las repeticiones de la televisión. Recurriremos la tarjeta roja y veremos hasta dónde acaba llegando. Ojalá se haga justicia y esperamos que su criterio coincida con el nuestro”, comentó el seleccionador en la rueda de prensa posterior al partido contra Italia.
La expulsión de Mingueza no ha sido la única del partido, ya que el partido ha acabado con tan solo 19 jugadores sobre el terreno de juego: diez de la selección española y nueve de la italiana.