El equipo blanco ha conseguido seguir en su línea de victoria gracias al apoyo u la confianza del técnico francés. Así se ha demostrado desde que Zizou cogió las riendas del equipo y lo llevó a la cima de nuevo. Reúnen tres Champions League en dos años y medio. Cuando regresó un año después, aumentaron las dudas, habían perdido a Cristiano Ronaldo y no se esperaba una buena temporada.

Este año con la pandemia del COVID-19, a todos les pilló de imprevisto, en este caso les vino hasta bien, el Barça de Setién se marchaba el primero cuando llegó el covid-19. Así el equipo blanco levantaba la liga 34. Más tarde comenzó la temporada un tanto distinta en el ámbito doméstico y en Europa, acompañado del Alcoyanazo copero y la caída ante el Athletic en la Supercopa. Zidane estuvo entre las cuerdas de nuevo, mostró su enfado a la prensa y siguió adelante, ahora podemos ver a un Madrid que marcha a tres puntos del Atleti, líder en Liga, y tiene encaminado el pase a semifinales de la Champions. Un gran victoria lograda ante el Liverpool, de nuevo un 3-1 que deja descolocados a los ingleses.

El técnico francés demostraba su confianza en el equipo, y el trabajo que hacían cada día como prueba del éxito, días antes del encuentro frente a los del Kloop.

Zidane organizó el plantel que le llevó a la victoria, en primer lugar usó sus mejores centros: Casemiro-Kroos-Modric. El alemán fue el que mayores críticas recibió, pues la 2018-19 realizó una temporada para olvidar. Renovó y se llegó a dudar de esa decisión, pero no Zidane, que no entiende su once sin el interior. A Modric, principalmente a comienzos del curso pasado, no le quitaba ojo, pero la confianza y la gestión de minutos han ayudado a un jugador que poco tiene que envidiar al Luka Balón de Oro de 2018. Casemiro fue menos señalado, pero al pasar el tiempo ha demostrado ser un incansable en el terreno de juego.

Hay que tener en cuenta que el técnico ha llevado a la práctica diferentes tácticas de juego, es un “alineador de banquillos”. Cuando llegó el equipo convirtió a Isco en titular (cuatro centrocampistas) dejando atrás a Bale en partidos importantes como las finales de Champions de Cardiff (1-4 a la Juventus) y Kiev (3-1 al Liverpool), en su regreso ha utilizado varios dibujos. El 4-3-3 es su esquema favorito , pero el 3-5-2, especialmente con Lucas Vázquez de carrilero, ha tomado protagonismo en algunos tramos de la temporada.

Lucas también ha sido una de las decisiones más complicadas, el técnico  ha tenido que enfrentarse a numerosas bajas, viéndose sin laterales derechos Zizou tuvo que tirar de Lucas convirtiéndose en uno de los candidatos máximos para la roja en el futuro. Al igual que Nacho, sin minutos y cerca de salir en verano y ahora es el sustituto en ausencias de Ramos y Varane. Para el encuentro frente al Liverpool, el técnico francés tenía de baja al capitán, y la del francés, esto no trastocó su plan final, sacó a Nacho y a Militao, en lugar de blindarse con defensa de tres.

Otra de las piezas clave del encuentro del pasado martes fueron Vinicius y Asensio los dos goleadores que consiguieron la victoria. Asensio ha recuperado la confianza del técnico y continúa con buenas bases, con seis, ya es el segundo máximo goleador del equipo y "los balones que antes daban en el palo ahora entran", como reconoció el mismo. Cuatro partidos seguidos viendo puerta y la sensación de que Asensio sigue mejorando y no tiene pinta de marcharse.

Por su parte el joven brasileño se quedó sin poder disputar la copa de América y desde entonces ha vivido numerosos cambios, desde titular a agitador. Parecía que Rodrygo le adelantaba por la derecha, esa banda en la que Vini no se encuentra cómodo, pero los problemas físicos perennes de Hazard le dejaron abierta la puerta de la izquierda. Zidane confió en él. Control en carrera y definición y disparo de primeras. Ocasionó los dos goles que abatieron al equipo de Kloop, gracias a su técnica de cara a puerta, que no para de trabajar con el técnico francés.