Esta está siendo, sin duda, la temporada más especial para Óscar Mingueza. Afianzado en el filial azulgrana, un día inesperado Koeman echa los ojos en el Barça B y reclama los servicios de un central con garantías para el Primer Equipo. El elegido es Mingueza que, a priori, ocupará el banquillo hasta que Piqué y Araujo se recuperen.

Sin embargo, las circunstancias de la vida llevan al técnico holandés a apostar por el catalán, que responde sobre el terreno de juego con una madurez deslumbrante y mucho saber que hacer. Desde ese momento, la historia ya es bien conocida por todos y el de Santa Perpétua ha sido titular en el clásico, la Final de Copa del Rey o frente al Paris Saint-Germain.

Una temporada inesperada y que ha ido cumpliendo los sueños del canterano paso a paso. Lejos de temblarle las piernas o exigir un precio desorbitado, Mingueza ha seguido trabajando en silencio bajo las órdenes de Ronald Koeman, que ya ha asegurado querer quedárselo cerca del Camp Nou.

Mingueza, hasta 2023

Este viernes, tras la dolorosa derrota de los culés frente al Granada, en las instalaciones ejecutivas de la entidad azulgrana se ha oficializado una pequeña cláusula contractual por parte de Mingueza, renovando su permanencia con el FC Barcelona hasta el próximo año 2023.

Dos años que mantendrán al central catalán arrelado bajo la camiseta del Barça, pero que también han disparado el valor económico de su ficha, por si algún club decidiese interesarse por sus servicios defensivos. Mingueza ha acudido junto a Joan Laporta acompañado de sus familiares más cercanos, como su hermana Ari Mingueza, también futbolista profesional.

Firmada ya su vinculación con el club de su vida, Mingueza y toda la plantilla azulgrana están ya más centrados que nunca en las 5 'finales' que le restan al equipo en Liga Santander, donde no pueden perdonarse ni un tropiezo más y deberán esperar, también, que sus rivales más directos no hagan un pleno de victorias.