El partido del pasado 8 de mayo que enfrentó al Atlético de Madrid contra el FC Barcelona en el Camp Nou, Jan Oblak cumplió los 300 partidos oficiales disputados con el club rojiblanco. Desde el día de su debut, el 19 de septiembre de 2014, el esloveno acumula increíbles números en el equipo, lo que le han llevado a convertirse uno de los mejores porteros del mundo.

Su trayectoria deja una estadística de 0.7 goles por partido, 209 goles en contra y 159 porterías a cero (más de la mitad de los partidos disputados), un 15% de derrotas y un 40% de acierto en los tiros de penlati. Tres títulos colectivos en el club (Supercopa de España en 204, UEFA Europa League en la 2017-2018 y Supercopa de Europa en 2018), y numerosas distinciones individuales desde que llegó al equipo rojiblanco, como cuatro Trofeos Zamora consecutivos o dos nominaciones consecutivas a Balón de Oro.

Tan solo le quedan tres partidos para igualar a Abel Resino (303) como el cancerbero con más partidos disputados en la historia del club y ya es el tercer extranjero con más partidos en la historia del Atlético de Madrid en la competición liguera.

No es duda que el esloveno se ha convertido en una de las figuras más importantes del equipo, llegando así a convertirse en el segundo capitán del mismo desde inicios de temporada. Fue comprado al Benfica por 16 millones de euros, y en 2019, el portero renovó su contrato hasta 2023 aumentando su cláusula hasta 120 millones de euros. Una cifra casi intocable para cualquier club.

Su placa en el Paseo de las Leyendas de los exteriores del Wanda Metropolitano ya lleva tiempo, desde que cumplió los 100 partidos como rojiblanco, y es más que merecida. Esperemos que aún permanezca muchos años más en el club y que pueda seguir dejando huella.