El resultado del Athletic Club - Real Madrid en San Mamés era vital para saber si los blancos todavía tenían posibilidades para optar al título liguero. No fue un partido fácil; en Bilbao nunca lo es. Sin embargo, en el minuto 68 llegó la salvación en forma de gol: el responsable, Nacho Fernández; ese jugador que siempre cumple. 

Nacho mantiene viva la Liga

Lo cierto es que Nacho se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera futbolística. Lo viene demostrando en los partidos en los que Zinedine Zidane ha optado por él. De hecho, es que se ha convertido en el comodín del técnico francés cuando las lesiones de otros jugadores han comprometido al equipo. Y el defensa no ha fallado. Es más, se ha podido ver que, cuando forma pareja con Eden Militao, las garantías son muy altas. 

Durante sus años en el Real Madrid, no ha sido de los jugadores quizás más destacados. Pero si hay algo que caracteriza al madrileño es que cuando se le requiere, cumple. Y posiblemente sea eso y su versatilidad lo que le han llevado a ser un factor decisivo en los partidos más importantes. De hecho, esta temporada ha sido ese pilar fundamental al que el míster siempre ha recurrido. Da igual la competición; Nacho ha estado a la altura de todas ellas y ha demostrado que está en el Real Madrid por méritos propios y que seguirá así mucho tiempo más. 

En lo que se refiere al encuentro contra el Athletic, su papel, literalmente, sirvió para mantener viva la Liga. "Nuestro objetivo era ganar y que el Atlético se dejara puntos para poder ganar la Liga, pero queda un partido y todavía hay opciones", decía tras el encuentro.

Nacho no defrauda, y lo ha demostrado, una vez más, en San Mamés. Cuando parecía que ya todo estaba decidido, abrió la lata y le dio esperanza al equipo.