El equipo dirigido por Zinedine Zidane terminó la temporada con un partido alocado, donde el Villarreal estuvo por encima gran parte del encuentro. Una vez más, quedó demostrado que los blancos han llegado a esta fase de la temporada agotados en lo físico, ya que, incluso en la primera mitad, el Madrid se partió y dejó huecos que los de Emery no aprovecharon.

Durante los primeros 45 minutos también llegaban noticias desde Valladolid. Óscar Plano adelantó a los locales en el 17', momento en el que la afición madridista y los suplentes se veían con más posibilidades que en cualquier otro. Sin embargo, en el terreno de juego, que era donde el club de Chamartín debía imponerse si quería contar con opciones de ganar el título liguero, el Villarreal sacaba de quicio a un Madrid precipitado. 3 minutos más tarde del gol del Valladolid, Yéremy Pino rebajó por completo el éxtasis del entorno merengue cuando pinchó el balón a la perfección, engañando a Odriozola, y superó a Courtois para poner el 0-1 en el Di Stéfano. 

Tras el golpe firmado por el joven extremo del submarino amarillo, el Madrid reclamó una mano de Parejo dentro del área e intentó volcarse al ataque. De nuevo le faltó gasolina, también fútbol, espacio en el que suele ser decisivo Toni Kroos, a quien sus compañeros echaban en falta en cada intento de ataque. Rulli no tuvo trabajo hasta la segunda mitad del partido en el que el Madrid podía conseguir LaLiga por segundo año consecutivo, un dato que demuestra que la fluidez en el ataque madridista brilló por su ausencia. Al descanso se llegó con un 0-1, sin embargo, al Madrid le salvó Militao, que fue quien frenó los ataques de un Villarreal al que le sobraban los espacios y le faltaban las ideas en sus últimos pases para ampliar la ventaja en el marcador. 

La presión era máxima en Valdebebas y en el José Zorrilla, puesto que el primer y el segundo clasificado estaban perdiendo sus choques. A partir del 55', LaLiga se volvió loca. A Benzema le anularían su gol por fuera de juego en el Di Stéfano tras una revisión eterna en el VAR. Acto seguido, Correa hizo el empate en Pucela con un punterazo magistral. Daba la impresión de que esos momentos serían claves, y lo fueron. Zidane, pese al gol anulado, observando los graves problemas que había tenido su equipo para crear problemas en la defensa amarilla, puso en el campo a Rodrygo y a Isco. 

La alegría pasaba al lado colchonero, lugar en el que la euforia no tardó en llegar, debido a que Suárez, aprovechando el regalo de Sergi Guardiola, consiguió el definitivo 1-2 en el 67'. Las noticias llegaban rápido a la grada en la que se encontraban Sergio Ramos y los lesionados del Real Madrid, entre otros. Sus rostros lo decían todo, la emoción se marchó y tan solo les quedaba buscar la remontada para hacer su trabajo, que era apretar al Atleti hasta que esta trepidante Liga llegara a su fin.

El partido se iba agotando, los de Emery movían la pelota y los blancos intentaban terminarlo de la mejor forma. Antes del 70', ya había realizado Zidane sus 5 cambios, con la entrada de Nacho, Marcelo y Mariano. Es otra señal de lo que estaba ocurriendo, porque no suele ser habitual que el entrenador francés haga de esta forma las sustituciones. Lo que sí ha sido una constante en el último mes es el cansancio.

Al Villarreal, por su parte, se le complicó entrar en Europa League cuando Betis y Real Sociedad se pusieron por delante en sus respectivos encuentros. Llegando al final, el Madrid logró, tirando de corazón y calidad, empatar el choque con un brillante envío a la escuadra de Karim Benzema. Con otra acción mágica, esta vez de Modric, dieron la vuelta al marcador y consiguieron los tres puntos. Un minuto antes de finalizar LaLiga para los blancos, en Valladolid los de Simeone celebraban LaLiga conseguida por los colchoneros.

El Madrid termina en blanco una temporada especialmente dura en lo que a lesiones y cansancio se refiere. El verano se prevé movido para el club blanco, donde ya suenan una larga serie de fichajes y de salidas.