Segundo año consecutivo que la Real consigue meterse entre los elegidos para ir a competición europea. Los corazones de los realistas en un puño durante todo el encuentro, pero finalmente se logró el objetivo que se buscaba desde la jornada 1.

  • Espesor y lentitud en la primera mitad

El partido comenzó con varias imprecisiones de los de Alguacil en la salida de balón. Osasuna esperaba atrás, sin presión sobre los jugadores rivales y aún así, se pudieron apreciar errores por parte de los pivotes realistas. Pese a no generar un juego rápido y tampoco bonito, pudo meter dos goles la Real por medio de un desmarque de Isak que, incompresiblemente, no quiso chutar y quiso regalar el gol a un Portu que no pudo llegar a rematar por culpa de Nacho Vidal. El murciano sería importante en la segunda oportunidad con un centro al punto de penalti que Guevara mandó a las nubes.

La segunda línea con la que había salido Arrasate estaba bien colocada y no concedía a una Real que, por su intensidad, no parecía que se jugase tanto como lo hacía en realidad. Mientras tanto, se adelantaba el Villarreal en Valdebebas y la Real caía al sexto puesto y Osasuna empezaba a generar acercamientos peligrosos al área txuriurdin. Un disparo de Kike Barja sobre la media hora de juego se marchó por muy poco. Primer gran susto para Remiro.

A partir de esa ocasión, los de San Sebastián dieron un paso al frente y se empezó a ver una Real más intensa y ambiciosa rondando la portería de Juan Pérez, aunque no acababan de materializar sus acciones de ataque. Así acabó la primera mitad. Desgraciadamente para los visitantes, Oyarzabal estuvo completamente fuera del partido, no dio pie con bola; como tampoco lo hizo Gorosabel en la otra banda, perdido con y sin balón.

  • Mejora y ocasiones con final feliz

La Real Sociedad salió del túnel de vestuarios con otra cara. Dispuestos a meter el primer gol, el dominio empezó a ser notable, además de acabar las jugadas con más o menos acierto de un Oyarzabal que comenzaba a participar en juego y disparaba con rapidez con el fin de sorprender al guardameta rojillo.

Sin embargo, Osasuna se plantó y siguió dando guerra al conjunto de Imanol, que no consiguió hacer ninguna ocasión clara en una hora de juego. A partir de entonces, la defensa local concedió espacios fruto del cansancio y empezaron a hacer daño a la espalda, protagonizando las mejores ocasiones del partido. Isak finalizó un mano a mano con su pierna menos hábil y la mandó fuera, pegadita al palo y Silva a pase del sueco, tuvo la más clara completamente solo y a la media vuelta la envió por encima del larguero.

Para entonces, el Betis había remontado un 2-0 en contra y vencía en Balaídos y no se movía el marcador a favor del Villarreal en Madrid. La Real estaba fuera de Europa League e Imanol no se decidía a hacer cambios hasta el minuto 75. El oriotarra introdujo a Carlos Fernández por Silva y más tarde entró Januzaj, que iba a ser clave para su equipo minutos más tarde.

Minuto 86. Los txuriurdin no encontraban la diana que les daría el billete a la competición deseada. Falta lateral para los pupilos de Alguacil. Januzaj puso un centro medido y entro el sueco Alexander Isak para mandar el balón al larguero, con la fortuna que rebotó en la cara del portero Juan Pérez y acabó entrando en la portería. 0-1, 5ª y a Europa League. Broche épico para terminar una gran temporada de los donostiarras.

No obstante, a la Real le quiso sobrar siete minutos de sufrimiento que a punto estuvo Osasuna de terminar empatando el partido y por tanto arruinando el sueño de Europa League a la Real Sociedad.

  • Objetivos cumplidos en ambos bandos

A pesar de la derrota, Osasuna termina la liga en una momentánea undécima plaza, posición muy notable para un equipo que buscaba alejarse de los puntos de descenso y que no esperaba atar la salvación tan pronto. Mucho mérito de Jagoba Arrasate, ya que no pudo contar con el mejor jugador de la temporada pasada, Chimy Ávila, durante casi toda la temporada y parece que no le hizo ninguna falta. Chapó.

Por su parte, la Real Sociedad se consagra en esa quinta posición que llevaba defendiendo desde la jornada 23. Terminan LaLiga con 62 puntos, tercera mejor marca del siglo, nada menos para un equipo jovencísimo que aún con un equipo lastrado por las lesiones ha hecho una temporada espectacular, consiguiendo además un título después de 34 años. El mayor premio del que pueden disfrutar a corto plazo los realistas es el descanso, que bien merecido lo tienen todos.