Domingo 23 de mayo, se jugaba la jornada 38 de LaLiga de Santander, la última de esta temporada. Con el Atlético de Madrid proclamado ya campeón de la liga, y con el Eibar, Valladolid y Huesca descendidos, quedaban partidos en los que no se jugaban nada, como el Granda-Getafe.

Nazaríes y azulones jugaban sin alicientes, ya que el Granada estaba en el puesto nueve sin correr ningún tipo de peligro. De hecho, el equipo de Diego Martínez llegó a saborear por primera vez en sus 90 años de historia lo que es competir en la Europa UEFA League.

Por el contrario, el Getafe llegaba a salvo al encuentro tras salvar los muebles en el último partido ante el Levante, gracias a los goles de los fichajes del mercado invernal, Aleñá y Kubo.

El Granda podía llegar a tener el partido en contra, puesto que llegó con muchas bajas, aunque recuperó a Soldado. Mientras que Bordalás no pudo contar con Timor y Arambarri por sanción, Ángel por lesión en el muslo y  Darío Poveda por una lesión en rodilla.  

Sin embargo, a pesar de que no se jugaban nada ambos equipo, los grandes protagonistas de la jornada en el Estadio Nuevo Los Cármenes  fueron Bordalás y Diego Martínez porque podían estar ante su último partido como entrenadores de sus respectivos equipos.

  • Un partido poco dinámico

En la primera parte el Getafe fue superior al Granada, pero aun así no encontró el gol. Las ocasiones más claras que tuvo el conjunto azul vinieron de la mano del turco Enes Ünal. De hecho, en el minuto ocho Ünal tuvo la primera con un potente disparo al larguero desde la frontal. El Granada estaba algo desubicado, le costaba entrar el juego y apenas se acercó con peligro al área del rival.

En la segunda parte los papeles se tornaron y se le dio bastante mejor al equipo andaluz, fue quien llevó la iniciativa durante toda la segunda parte. El Granada tuvo dos buenas oportunidades, y ambos fueron gracias a un pase filtrado por Jorge Molina. El Getafe, sin embargo, no tuvo apenas ocasiones, y en parte fue porque el balón no le duraba nada en esa mitad.

A final del partido se notaban los minutos y el cansancio de toda la temporada en ambos equipos, y la intensidad se redujo en los últimos minutos.

Llegó el fin del partido, y aunque ambos equipos intentaron cerrar la jornada de la mejor manera posible, se repartieron los tres puntos, algo que puede que haya sido un tanto agridulce porque podían haber aspirado a más.