Alaba aterriza en la casa blanca, llegando como agente libre -otro tremendo movimiento de Florentino-; y lo hace con un tremendo palmarés en el que brillan 27 títulos, con dos Champions League y diez entorchados de Bundesliga bajo el brazo, sumadas dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de clubes, seis Copas Alemanas y cinco Supercopas. Con la camiseta del Bayern disputó 487 partidos, anotando 36 goles y dando 58 asistencias, buenos números individuales para un jugador de gran seguridad defensiva, pero también de excelentes virtudes de medio campo hacia adelante.

El defensor austriaco, sólido en defensa, pero con una gran proyección en el ataque, llega a la entidad blanca para comenzar con el cambio de guardia de un Marcelo al que toda la presente campaña le costó justificar su estadía en el Real Madrid.

La edad es un factor a considerar, pues David Alaba tiene 27 años en comparación con los 31 de Marcelo. El Madrid asegura así  calidad, la solvencia y la frescura en flanco defensivo izquierdo pues también cuenta con Mendy para la franja zurda, dejando la posición totalmente cubierta.

Otro punto favorable para David Alaba en contraste con Marcelo, es la versatilidad posicional en el terreno de juego, ya que, además de ser un excelente lateral con proyección ofensiva, el austriaco puede desempeñarse con solvencia total en la defensa central; y así quedó de manifiesto en la temporada que recién culmina pues Alaba se desempeño mayormente en la central al tener cubierta la lateral izquierda con el canadiense Alphonso Davies.

Sumado a sus facetas como lateral y central en zona defensiva, Alaba puede ser una opción en el medio campo pues en su selección, en la que ejerce de capitán, suele ocupar dicha posición con liderazgo y solvencia.

La velocidad es una característica más en la que Alaba se posiciona por delante de Marcelo, puesto que, el defensor austriaco es uno de los jugadores más rápidos del mundo, lo que facilita su tendencia ofensiva, y su reconversión de cara a la tarea principal en la retaguardia; Marcelo por su parte ha acusado tremendos problemas, durante la campaña, para volver a la marca toda vez que el Madrid perdiera la posesión de pelota en el ataque.