Carlo Ancelotti vuelve a tomar las riendas del Real Madrid. La era Ancelotti 2.0 arranca este lunes en Valdebebas con los ya tradicionales reconocimientos médicos y pesajes que se llevarán a cabo de forma escalonada con el fin de prevenir que, tras las vacaciones, pueda haber algún positivo por coronavirus que pueda afectar a los demás. El estratega italiano sólo podrá contar con 13 de los 29 jugadores que hay en plantilla. Ocho (Alaba, Bale, Modric, Benzema, Varane, Kroos, Courtois y Hazard) fueron a la Eurocopa, cuatro a la Copa América (Valverde, Vinicius, Militao y Casemiro) y otros cuatro estarán en los Juegos Olímpicos de Tokio (Kubo, Ceballos, Asensio y Vallejo). El Real Madrid llevará a cabo su primera sesión de entrenamiento a las 18:00 horas.

Ancelotti habrá de aprovechar los primeros días de trabajo para empezar a resolver los temas más calientes que hay sobre la mesa de la Real Madrid. En reuniones previas con el Madrid se ha decidido que habrá de dar con entre cinco y siete bajas para reducir la plantilla a 22 o 24 jugadores (aunque se permiten 25 fichas). Habrá algunos que salgan en calidad de cedidos (como Brahim, que lo tiene casi hecho con el Milán o Kubo), y otros susceptibles de ser vendidos pues el conjunto merengue necesita hacer caja.

Por ello, Ancelotti tendrá marcadas en su calendario reuniones con nombres como Isco, Odegaard y Ceballos, quienes son, a priori, los casos mas sensibles en lo que respecta al tema de la continuidad. Isco no tiene aún ninguna oferta sobre la mesa y su contrato finaliza en 2022. Tenía pensado irse si surgía la posibilidad, pero la llegada de Ancelotti ha cambiado su situación a la espera de la conversación con el italiano. Ocurre igual con Ceballos, aunque no quiere volver a ser cedido (en ese caso, preferiría salir con una venta en caso de tener que marcharse o quedarse y ser importante para el equipo). Esta reunión tendrá que esperar a después de los Juegos Olímpicos, no así la de Odegaard, que también habrá de darse, como la de Isco, en las próximas horas. El noruego no quiere volver a pasar por el ostracismo al que le condenó Zidane la pasada campaña.

El otro tema caliente es la renovación de Raphael Varane. El técnico italiano quiere ir de la mano del club en cada decisión tomada. En este caso es el jugador el que espera un gesto suyo que le abra la puerta a quedarse, para lo cual el Real Madrid tendría que hacer un pequeño esfuerzo en su renovación. El Manchester United ya ha comenzado a negociar con el Madrid por el defensa campeón del mundo, pero lo ha hecho muy a la baja (no pone más de 45 millones de euros). Si finalmente Varane se va, Vallejo completará el cupo de centrales junto a Alaba, Militao y Nacho. Si se queda, Vallejo habrá de salir cedido nuevamente.