Anoche se cambiaban por fin las lágrimas de tristeza por lágrimas de felicidad. Se dejaba atrás esas tres finales perdidas, con esta gran final que corona con un acto de justicia. Por fin, el fútbol permitía que Lionel Messi, el mejor, se proclamara campeón con su selección. Con esta Copa América, se termina con 28 años de sequía de títulos de la selección Argentina, y Messi y Argentina, se unían este sábado en una celebración que perdudará en la historia. El astro argentino levantó la copa al cielo, y no a uno cualquiera. Al cielo de Río de Janeiro, en Maracaná, el escenario más especial para un argentino.

Tras el pitido final, el genio se dejaba caer de rodillas al césped. Viendo por fin hecho realidad uno de sus mayores sueños. Sus compañeros lo primeron que hacen es correr hacia él para abrazarlo, y así el capitán de la selección y del FC Barcelona queda cubierto por una gran marea celeste y blanca. Lo elevan y lo lanzan hacia el cielo una y otra vez, consagrandolo con este título, ya por fin, como una leyenda de la selección argentina, si es que no lo era ya. Después, Leo abraza uno por uno a todos sus compañeros... Y como no, el crack argentino, demostrando como siempre lo grande que es, abraza a su amigo, al 10 rival, a Neymar...

A esta Copa América con la selección argentina, Messi suma un oro olímpico y un campeonato del mundo sub 20. Además, es también el máximo goleador histórico de la selección, y el que más partidos ha disputado con la camiseta albiceleste. Una carrera con su selección que no tiene nada que envidiar a ninguna.

Un duelo, que desde el inicio, fue muy trabado. Ninguno quería arriesgar. Además, el césped del Maracaná no ayudó a que el juego fluyera. Los brasileños se acercaban mucho más al área de los argentinos, pero no terminaban de crear peligro en la portería de Martínez. En el minuto 21, Rodrigo de Paul robó un balón en el centro de la cancha y le dio una asistencia magistral a Ángel Di María. El fideo, solo frente a Ederson colocó el cuero por arriba de su cabeza y el guardameta no pudo hacer nada. El marcador se adelantaba a favor de la selección celeste y blanca, y aunque los locales reaccionaron rápido, no hubo manera de remontar el duelo.

"Necesitaba sacarme la espina de poder conseguir algo con la selección, estuve cerquita muchísimos años, sabía que en algún momento se iba a dar. Estoy agradecido a Dios por darme este momento contra Brasil en la final y en su país. Creo que estaba guardando este momento para mí", aseguraba el 10 tras el encuentro y continuaba: "Es una locura, inexplicable la felicidad que siento, muchas veces me había tocado irme triste, sabía que una vez se me iba a dar, no había mejor momento. Este grupo se lo merecía de verdad, es algo impresionante".

Messi suma 36 títulos (35 con el Barcelona y uno con su selección), cuatro Champions y diez Ligas entre ellos. Además, a nivel personal hay que sumarle, entre otros, seis Balones de Oro, que pueden ser siete en la edición de este año, ya que tras ganar la Copa América es el favorito en las casas de apuestas. A falta de un Mundial para completar un palmarés perfecto.