El mes de julio nos ha dejado los primeros pasos de Robert Moreno como técnico del Granada CF, y ello nos ha permitido ver las primeras pinceladas de un proyecto que tiene como base el querer ser protagonista. Bournemouth, Espanyol y Alcorcón han sido los primeros escollos que ha tenido enfrente el combinado rojiblanco, y pese a que los resultados han sido diferentes, varias premisas de juego han sido calcadas.

Salida de balón controlada

Una de las ideas a seguir por Robert Moreno en Granada, tal y como viene haciendo a lo largo de su carrera, es el control del cuero. Tener la posesión y salir con el balón controlado desde atrás. En estos primeros amistosos se ha visto como el técnico catalán ha implantado esa seña de identidad a un equipo que con Diego Martínez no se complicaba lo más mínimo.

Una de las novedades en cuanto a la salida de balón más impactantes es la altura de los laterales en la misma. Tanto por derecha como por izquierda, estos bajan mucho y se sitúan prácticamente en paralelo a los centrales. El objetivo de semejante movimiento es crear espacio para la recepción de los centrocampistas, o bien atraer al rival en la presión para buscar la espalda de la zaga con los desmarques de los atacantes.

El ataque de los espacios

Una salida de balón que podría ir de la mano del siguiente parámetro, el ataque de los espacios. La posesión es el arma de Robert Moreno, pero usándola siempre con verticalidad. Un aspecto que se consigue con constantes desmarques a la espalda de la zaga rival, algo indispensable en este nuevo Granada CF.

Extremos, delanteros centros, interiores y hasta laterales del lado contrario en el que se encuentra el balón han tirado desmarques de ruptura con el objetivo de ganar profundidad. Bien con la meta de recibir el cuero en posición peligrosa, bien con el objetivo de crear un espacio libre dentro para que un compañero lo ocupe. En muchas ocasiones, el extremo.

Los extremos, por dentro

Hemos hablado de la importancia de tener profundidad en los ataques, y aquí aparece la figura de los extremos para aprovecharse de ese movimiento. Si bien los laterales bajan mucho su posición para la salida del cuero, una vez se supera esa zona del campo, estos ganan muchísima altura para ser los encargados de dar profundidad. O ellos o los interiores.

Unos movimientos que permiten a los extremos del Granada CF meterse en zonas intermedias, entre la zaga y el centro del campo rival, y recibir en una zona dificilísima de defender. Una posición de mediapunta, en la que los más virtuosos con el balón en los pies como Soro se mueven como pez en el agua.

Recuperación tras pérdida

El último aspecto a destacar en estos primeros tres amistosos del Granada CF hasta la fecha es la voluntad de volver a hacerse con el balón lo antes posible, una vez se ha perdido la posesión de este. Para ello, los delanteros son los primeros encargados de ejercer una presión elevada en campo contrario. La intensidad de jugadores como Monchu, Milla, Gonalons o Isma Ruiz en el centro del campo se antoja clave para poder ir con ánimo hacia adelante a recuperar el balón. El ánimo de los centrales a seguir su marca allá donde vaya, también.