El Real Madrid jugó ayer por la tarde el último amistoso de pretemporada antes de comenzar LaLiga el próximo fin de semana. Esta última prueba, antes de visitar al Alavés en Mendizorroza, no dejó las buenas impresiones que querría cualquier aficionado, pero no dejó de haber buenas noticias. Si bien al equipo le sigue faltando mucho gol, al no anotar en los 90 minutos e incluso fallando un penalti, hay que valorar el buen trabajo defensivo hecho.

Uno de los protagonistas en esa faceta es David Alaba, que debutó como titular y se hizo notar. La presión no era poca, ya que hereda el dorsal de Sergio Ramos, pero supo estar a la altura. De hecho, fue de los mejores del equipo. Ancelotti le alineó de central izquierdo, con Nacho de pareja, y jugó los primeros 45 minutos. Al descanso, el técnico italiano rotó a la mayoría del once inicial.

El austriaco no tuvo tiempo de adaptación, y desde el primer minuto ya tuvo que participar con unas meritorias acciones para evitar el gol rival. A lo largo de la primera parte, Alaba también demostró su poderío físico y no sufrió para correr en cada repliegue del equipo para cortar los ataques del Milan. Además, su partido no solo se quedó en la parcela defensiva, y tuvo momentos para incorporarse al ataque y buscar el gol, además de demostrar su buena salida de balón desde atrás.

Pese a todo, el Real Madrid no pudo pasar del 0-0 en este último test de pretemporada, y deberá mejorar, sobre todo en el ataque, si quiere ser digno competidor en todas las competiciones. Por otro lado, y pese a las bajas de los dos centrales titulares, Ramos y Varane, el equipo ha sorprendido con la solidez en este último encuentro, con David Alaba a la cabeza.