Unai Emery apostó por un once muy similar al del pasado lunes. La única permuta estuvo en la banda derecha, donde entró Moi Gómez sustituyendo a Yéremy Pino. En cuanto al Espanyol, Vicente Moreno repitió ocho futbolistas de los que fueron titulares en El Sadar. Se cayeron Fran Mérida, Nico Melamed y Wu Lei. Las novedades fueron Sergi Darder en el centro, Puado en banda izquierda y Dimata en punta.

Un Espanyol muy motivado

Especialmente en los primeros minutos, se vio a un Espanyol como no se vio en su última temporada en primera. Con los once futbolistas enchufadísimos, presionando a la altura de la pelota y poniendo en problemas al Villarreal. Con balón, le bastaban pocos toques para plantarse en el área rival. 

Puado era el encargado de buscar la línea de fondo en la izquierda, mientras que en la derecha Embarba se metía hacia dentro y dejaba esta función al lateral, Óscar Gil. El Espanyol lanzó 22 centros al área, por 15 de los visitantes. Además, Raúl de Tomás estuvo muy activo lanzando desmarques, que en más de una ocasión sorprendieron a los centrales groguets.

Demasiado previsible el Villarreal

A pesar del gran inicio de los pericos, la defensa amarilla supo aguantar con relativa suficiencia las llegadas rivales. En fase ofensiva le costó más al Villarreal. La banda derecha, con Fotyh y Moi Gómez, ofrecía pocas posibilidades de desborde, por lo que la mayoría de incursiones llegaron por la izquierda. 

Pedraza y Alberto Moreno fueron de lo mejor de los castellonenses, entendiéndose muy bien y llegando al ataque con peligro en más de una ocasión. Por el carril central, más allá de algún pase filtrado de Trigueros, casi no pudo atacar el Villarreal, fruto del gran trabajo del centro del campo blanquiazul.

Después del parón de hidratación, el Espanyol bajó algo el ritmo y los visitantes pudieron hacerse con la posesión. Sin embargo, no fueron capaces de sorprender a la defensa, con un Gerard y un Boulaye Dia muy poco conectados con el juego del equipo (solo completaron 26 pases entre los dos en todo el partido).

Cambio de guión en el segundo tiempo

Fue en la segunda mitad cuando el Villarreal pudo ser el dominador del balón. Mientras que en la primera la posesión estuvo más igualada (44€% - 56%), en la segunda fue más favorable a los de Emery (37% - 63%). Capoue y Trigueros mejoraron, y ayudaron al equipo a que el balón circulara con más velocidad.

En algunos tramos, el Espanyol optó por bajar unos metros las líneas, para tratar de salir al contraataque con velocidad al robar el balón. Aún así, el Villarreal logró casi siempre atajar los ataques de los de Vicente Moreno antes de que llegaran a las manos de Rulli. 

De hecho, fue un encuentro con pocos disparos entre los tres palos: tres para los locales y dos para los visitantes. Sorprendió que, de nuevo, ante la falta de gol, Emery no diese ni un minuto a Paco Alcácer. Tampoco participó Yéremy Pino, cuyo desborde por la derecha no habría ido mal a los amarillos. Además, debutó el neerlandés Danjuma, que no tuvo tiempo de mostrar su calidad en los cinco minutos que jugó.

El empate final es justo, pues ninguno de los dos equipos hizo méritos para llevarse el duelo. Quizá la jugada de Moi con Diego López en la primera mitad podría haber cambiado el signo del encuentro, pero el sevillano Figueroa Vázquez decidió que el centrocampista del Villarreal había simulado el contacto.