Por fin volvió a rugir San Mamés tras más de un año con sonido enlatado, con un estadio totalmente desalmado sin su afición. El Athletic recibió ayer a 10.243 personas, que volvieron a acompañar al conjunto rojiblanco en su estreno en la 'Catedral'. Los de Marcelino no lograron pasar del empate, pero cuajaron un partido de escándalo en líneas generales y gozaron de ocasiones de sobra para dejar los tres puntos en casa. Íñigo Martínez puso el primero tras un gran testarazo de cabeza en un córner, pero fue Memphis, una de las últimas incorporaciones del cuadro azulgrana, el que puso el empate en el marcador tras un potente disparo, imposible para Agirrezabala.

  • La presión elevada fue clave

Marcelino tanteó un partido mucho más intenso que el de la primera jornada de Liga en el Martínez Valero. Una de las claves del empate fue la continua presión que realizaba el equipo bilbaíno en la salida de balón del Barcelona. Iñaki Williams y Sancet tuvieron doble trabajo: por un lado, ejercer una presión demasiado alta y constante, y por otro, crear continuas ocasiones de gol, sobre todo en la primera mitad, donde el Athletic tuvo ocasiones de sobra para adelantarse antes.

Pero también, la presión elevada condenó a los del técnico asturiano, ya que cruzando el ecuador de la segunda mitad, le empezaron a flaquear las fuerzas a los leones y disputaron más de quince minutos sometidos al dominio del Barça. Eso sí, el Athletic demostró una vez más tener una defensa a la altura de las circunstancias.

  • Con balón, peligroso; sin balón, agresivo

El Athletic finalizó el partido con un 33% de posesión (38% en la primera mitad y 28% en la segunda), lo que quiere decir que los pupilos de Marcelino apenas tuvieron el balón, pero fueron muy peligrosos cuando se producían robos o el Barcelona perdía la pelota.

Con balón, el Athletic creaba mucho peligro: hilaba buenas jugadas, explotó la velocidad de Williams, había buena conexión entre los centrocampistas y los puntas; y los laterales también se unían al ataque, creando jugadas profundas. Los rojiblancos dispararon un total de 16 veces, con siete disparos a puerta, el doble que el Barcelona, cuyos disparos vieron puerta en tan solo tres ocasiones. Trece saques de esquina logró sacar el Athletic frente a los dos que sacaron los de Koeman, lo que quiere decir que los de Marcelino lo intentaron por activa y por pasiva, a pesar de no dominar mucho el esférico.

Sin balón pudimos ver un Athletic agresivo, que se dejaba todo en los uno contra uno. Hasta quince faltas propiciaron los bilbaínos, con una sola tarjeta (la amarilla a Íñigo Martínez en el minuto 20), frente a las dos tarjetas amarillas y la roja del FC Barcelona con cinco faltas menos. El Athletic no solo supo dominar el partido en el ataque, sino que en defensa, el equipo también cuajó un gran partido.

  • Sancet ya se postula como titular

Oihan Sancet convenció a Marcelino y demostró en la pretemporada por qué había que confiar en él. Disfrutó de la titularidad en Elche, supliendo la sanción de Raúl García y poniéndose por delante de Villalibre, y en San Mamés repitió en el once. El león demostró que ha mejorado, y mucho. Estuvo espléndido los 67 minutos que disputó, tanto en la presión constante que realizó desde el inicio, hasta en las jugadas en las que participó. Pudo anotar un gol, pero el larguero repelió un gran disparo en una magnífica maniobra donde dio media vuelta para chutar dentro del área. Partido muy serio del pamplonés.

  • Williams toma vuelo

Iñaki no ha pasado por tiempos fáciles. Ha sido muy criticado, con razón, por sus escasas participaciones en ataque. Pero cuando las cosas se hacen bien, hay que decirlo, y el partido de Williams frente al Barcelona fue muy completo. Formó muy buena dupla con Sancet. Tuvo ocasiones de sobra para anotar uno, pero no lo consiguió. Estuvo activo y escorado a la banda, donde aprovechó su velocidad en algunas ocasiones. Provocó la amarilla para Eric García y estuvo totalmente entregado en la presión. Así sí, pantera.

  • Un punto que sabe a poco, pero que deja muy buenas sensaciones

El Athletic cosecha dos puntos en dos jornadas, un cifra escasa, porque es importante empezar con buen pie LaLiga, pero suficiente porque el equipo lo dio todo. En Elche faltó contundencia, y en San Mamés los leones, objetivamente, se merecieron los tres puntos. Aún es pronto para hacer cálculos, pero Marcelino tiene una plantilla que puede conseguir grandes cosas si se lo propone. Sus titulares juegan muy bien, y los futbolistas no habituales son cumplidores. El Athletic demostró ayer que sabe plantarle cara a cualquiera, y eso es importante. Lo hizo ante el Borussia, en Anfield y ayer frente al Barcelona. Hay que seguir trabajando.