La Real Sociedad sigue con su tendencia a tener mala suerte en los sorteos continentales y se ha visto encuadrada en un grupo de bastante tronío. Los de Imanol Alguacil tendrán que verse las caras con dos equipos que vienen rebotados de la previa de Champions, como son el Mónaco y el PSV Eindhoven. Los monegascos cayeron ante el Shakhtar de Donetsk en una eliminatoria igualadísima, mientras que los neerlandeses no pudieron remontar ante el Benfica en su partido de vuelta. 

  • Dos rivales de entidad

Son sin duda dos equipos con grandes individualidades y con un nombre propio de peso en el continente (visitar Eindhoven o el Principado es visitar dos templos del fútbol europeo). En los neerlandeses, que el año pasado ya se vieron las caras con el Granada en la Europa League, destaca la presencia de todo un campeón del mundo como Mario Götze, así como la de Bruma, un viejo conocido de la parroquia blanquiazul. El extremo portugués jugó cedido en Donostia la temporada 2015/16 y dejó un recuerdo peculiar: se le atisbaban unas cualidades innatas para ser un fuera de serie, pero su alocado comportamiento en el campo y su juventud hicieron que no acabara de cuajar del todo. 

En el Mónaco, equipo al que la Real ya se ha enfrentado en pretemporada (con victoria 2-1 para los de Alguacil) la lista de jugadores de peligro y calidad es extensa: Ben Yedder (quien ha vuelto loca a la zaga donostiarra vistiendo la elástica del Sevilla en varias ocasiones), Kevin Volland, Golovin, el joven Tchouaméni, Cesc Fábregas... Sin duda un equipo con nivel Champions que pondrá las cosas muy complicadas a todos sus rivales.

Wissam Ben Yedder celebra un gol con la camiseta del Mónaco. Foto: Getty Images
Wissam Ben Yedder celebra un gol con la camiseta del Mónaco. Foto: Getty Images
  • El Sturm Graz, dispuesto a dar la sorpresa

El grupo lo completa el Sturm Graz austríaco, un equipo que traerá reminiscencias a los aficionados donostiarras más veteranos, pues fue a este equipo al que los guipuzcoanos cedieron a Marcus Pürk tras su infructuosa campaña en Donostia allá por 1996.

Los austríacos llegaron a la fase final de la Europa League tras derrotar al Mura esloveno, pero son sin duda la cenicienta del grupo. Cabe esperar un equipo bien cerrado atrás (sus números defensivos en su liga son buenos) que espere para salir a la contra o aprovechando el balón parado. No obstante, la Real debe andar con mucho ojo pues es un perfil de equipo similar al del Rijeka croata que tantos dolores de cabeza trajo a los de Imanol la temporada pasada.

  • El tercero, a Conference

Este año la Europa League ha sufrido una serie de modificaciones producto de la introducción de la Conference League, la tercera competición continental. En primer lugar, el número de equipos desciende, pasando de 48 a 32. Eso aumenta el nivel de la competición y hace que pasar de ronda sea más prestigioso y complicado. En segundo lugar, el tercer clasificado de cada grupo no abandonará Europa por completo como sucedía hasta ahora, sino que caerá rebotado a los dieciseisavos de la Conference League, una competición que cuenta con algunos cocos como la Roma de Mourinho o el Tottenham inglés.

Por último, cabe destacar la importancia (que otros años no existía, más allá de evitar a algún primero duro en dieciseisavos) de quedar primero de grupo y no segundo. Y es que el primero de grupo pasará directamente a octavos, mientras que el segundo de grupo disputará una ronda equivalente a lo que hasta ahora eran los dieciseisavos contra uno de los equipos que caiga como tercero en la fase de grupos de la Champions League. Por lo tanto, la diferencia es abismal entre quedar primero y segundo, y al mismo tiempo quedar tercero aún supone un premio y un aliciente. De esta manera, se presupone que los partidos serán muy emocionantes hasta la última jornada, pues parece casi imposible que nadie se juegue nada por entonces, y más aún en un grupo tan igualado y competitivo como el que le ha tocado a la Real Sociedad. 

El próximo jueves 16 de septiembre comenzará a rodar el balón. La Real Sociedad quiere aprovechar la edición de este año para crecer en Europa ante rivales fuertes, con la ilusión puesta en, quién sabe, llegar a la final de Sevilla en mayo de 2022.