Si le hubiesen preguntado a Borja cómo sería su debut soñado con el Dépor, seguro que no se hubiera ni tan siquiera acercado a lo que terminó siendo. El Deportivo se estrenó en la flamante 1ª RFEF doblegando al Celta de Vigo 'B' con un contundente 5-0. El equipo, más allá del resultado, realizó un gran encuentro, dominando todas las facetas y siendo netamente superior a su rival.

No es fácil entrenar al Dépor. Los 14 entrenadores que han pasado por el banquillo herculino en los últimos 6 años pueden dar fe de ello. Además, debutar ante el filial de tu eterno rival tampoco es un plato de buen gusto. El partido ante el Celta B era uno de aquellos duelos en los que tienes muy poco que ganar y muchísimo que perder. Y aunque Borja tenía muy poco que ganar en su estreno, ganó mucho más de lo que todos esperábamos.

Elitim fue la clave

El técnico abulense se decidió por un 1-4-3-3 como esquema de partida. Con Mackay en portería, Trilli - que debutaba en partido oficial - y Héctor en los laterales, Jaime y Lapeña como centrales, Álex, Elitim y Villares en la media, Quiles caído a la derecha, De Camargo a la izquierda y con Miku como hombre referencia en punta. A priori, una alineación continuista respecto a lo visto en una pretemporada que no ha sido maravillosa, ni muchísimo menos.

La novedad principal fue Juergen Elitim y, casualidad o no, también fue el MVP del partido. El colombiano actuó de termómetro, embudo y parabrisas en el mediocampo blanquiazul. Jugó e hizo jugar a sus compañeros. De sus botas - e imaginación - salieron los dos primeros goles del conjunto coruñés. Gracias a su capacidad para moverse en distintas zonas del verde, el Dépor fue alternando esquemas, adelantando la posición del propio Elitim, situándolo prácticamente de mediapunta y dejando a Villares y Álex en un doble pivote que supo contener los ataques rivales y ser eficientes en la salida desde atrás. Sin lugar a dudas, la posición y el rol de Juergen Elitim fue un gran acierto de Borja Jiménez, que parece confiar en él para darle el timón de su equipo.

El saber encajar muchas piezas en un mismo puzzle 

Estoy convencido que cualquier entrenador de la categoría firmaría tener a sus órdenes la plantilla que dirige Borja Jiménez. Sin embargo, esa evidencia no resta la dificultad que tiene dirigir a la que muy probablemente es la mejor plantilla de la 1ª RFEF. Muchos nombres, muchos jugadores de gran nivel y calidad, pero de los cuales solo pueden jugar once. A nivel de gestión de grupo, es una tarea realmente difícil, pero a nivel táctico, tampoco es sencillo. Menudo, Quiles o Elitim, por ejemplo, son tres jugadores muy buenos, pero que si no los encajas bien en tu esquema, corres el riesgo de anularlos. En ese aspecto también merece ser destacada la labor de Borja el pasado domingo. La posición de Elitim fue clave, sí, pero también lo fue la de Quiles, quien caído a banda derecha parece complementarse a la perfección con Miku y Trilli. En la segunda mitad, el técnico dio entrada a Doncel, Menudo, Calavera, De Vicente y Noel sin que el equipo apenas notara el cambio. En todo momento, el Dépor transmitió tener clara la idea y la llevó a la práctica del mismo modo.

Por último, pero no menos importante, creo que es justo destacar la buena mano que está teniendo Borja con los más jóvenes. El abulense premió la gran pretemporada de Trilli con una titularidad que el lateral asumió gustándose, como de costumbre. Porque Trilli parece todo un veterano jugando aun siendo un juvenil. En la segunda mitad, le llegaría el turno a Noel. Y tampoco defraudó. Una delicatessen suya propició el gol de Doncel y fue el propio Noel quien anotó el quinto y último tanto La confianza - que además fue devuelta - en quienes deben ser el futuro del Deportivo fue el broche final a la primera gran noche de Borja Jiménez al frente del club coruñés.

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