Después de 560 días, el estadio Santiago Bernabéu vuelve a albergar un partido de liga delante de los 48.000 espectadores que han podido acudir al estadio e inmerso en una profunda remodelación vanguardista. El equipo que tuvo enfrente fue el Celta de Vigo, que vestía de rojo y jugaron la jornada 4 de LaLiga Santander, donde los blancos se llevaron la victoria y jugaron un bonito partido frente a un rival que lo puso difícil, sobre todo al comienzo del choque.

Dio el pitido inicial José María Sánchez Martínez a un encuentro donde Ancelotti buscó crear peligro desde los primeros minutos de choque, pero los vigueses presionaros para que los blancos no pudieran mover la pelota como saben hacer. Tal fue así que en el minuto 4 Santi Mina fue el primero en reestrenarse en el Bernabéu batiendo a Courtois, adelantándose así y dando un golpe psicológico a los locales.

No tardó en intentarlo Vinicius de cabeza, pero Dituro sacó una manopla salvadora para evitar el empate. Se pudieron las cosas complicadas para Ancelotti, que no se esperaba este cambio de guion tan rápido. Minutos más tarde Benzema le cedió el esférico a Casemiro, que remató mal y se marchó el balón a la grada.

El Real Madrid se mostró más agresivo tras el primer gol, y no era para menos, se había dormido en los primeros minutos y tuvo que reaccionar. Fue aquí donde en una recuperación de Vinicius Jr, Casemiro abrió para Valverde y éste para Benzema, que no perdonó y empató el encuentro con un remate en el área del meta rival.

Llegados a la primera media hora de partido, el Real Madrid volvió a jugar con la posesión del balón, ya más tranquilos sin la presión asfixiante de los de Coudet. A pesar de todo ello, en una llegada del Celta se volverían a adelantar los gallegos: Nacho no pudo con Iago Aspas, que le dio la bola a Hugo Mallo, éste la cedió para Cervi y remató de tacón, dio en el palo y de rebote entró en la portería. Se volvió a adelantar por segunda vez en el partido el Celta y mandaba en el marcador.

Pasaban los minutos y la primera parte finalizaba sin muchas más ocasiones de lo que se vio previamente, con un Celta de Vigo eficaz en cada llegada al área local y un Real Madrid que lo intentó, pero no supo hacer daño y materializar sus ocasiones.

Cambio de dominador en la segunda parte

La segunda parte empezó realmente bien para el conjunto blanco. A los dos minutos de encuentro, Miguel Gutiérrez mandó un precioso centro a la cabeza de Benzema que remató de forma incontestable para empatar por segunda vez el encuentro. Tan solo siete minutos después, sobre el 54’, un pase de genio del delantero francés dejó cancha suficiente para que Vinicius llegase solo al área rival, definiendo bajo al palo largo del portero para remontar el partido y celebrarlo con la grada, que volvió loca a la afición.

En diez minutos el partido cambió totalmente y los siguientes minutos fueron un correcalles por parte de los dos equipos, dando un espectáculo que no se daba en el Bernabéu desde hace mucho. Sobre el 65’ se marchó Eden Hazard por el debutante Eduardo Camavinga.

No necesitó muchos minutos el nuevo fichaje para estrenarse como goleador blanco. En una jugada donde Modric se adueñó de la pelota, avanzó metros hasta la portería de Dituro y remató con el exterior, la pelota chocó con el portero y ahí estuvo Camavinga atento al rechace para remarcar su estreno con la camiseta del Real Madrid y anotar el cuarto gol de su equipo.

El Celta se quedó aturdido con los tres goles encajados en la segunda parte, no reaccionó el equipo y perdieron la chispa que sí tenían en los primeros 45 minutos. Se notó la charla de Ancelotti en el descanso para corregir fallos en el campo y reconducir la forma de jugar que les permitió ser muy superiores en la segunda parte. Llegó Nolito para picarla por encima de Courtois, pero se marchó desviada la pelota a escasos metros de la portería.

Ya en la recta final del partido el físico era el principal enemigo de los jugadores, que se empezaban a encontrar algo mermados, pero no Vinicius. El brasileño, en una contra realizada con Benzema, desbordó a los defensas y provocó el penalti que transformó el delantero galo en el 5-2 definitivo, sumando para el galo un nuevo hat-trick.

El partido no dio mucho más y Sánchez Martínez pitó el final de un encuentro sobresaliente para el Real Madrid. Si había un partido para que los aficionados volvieran al estadio, éste era. El Celta fue combativo en la primera parte y puso contra las cuerdas al conjunto blanco, pero el Real Madrid supo reaccionar a tiempo y en la segunda parte remontaron con un gran fútbol en la vuelta al público a los estadios y al Santiago Bernabéu. El Real Madrid se queda con este resultado primero con 10 puntos; el Celta de Vigo se pone en puestos de descenso con un solo punto sumado hasta el momento.